El Arsenal baila en el Boxing Day al ritmo que marca Odegaard
Los de Mikel Arteta remontaron al West Ham para mantener su mandato en la Premier. El nivel es igual de alto que antes del Mundial.
El partido fue uno en el marcador y otro en el césped durante la primera parte. Bowen había forzado un penalti de Xhaka un tanto riguroso y, antes, había quedado anulado un gol de Saka por fuera de juego. Sin embargo, las sensaciones eran de que el partido caería del lado del Arsenal tarde o temprano si no se precipitaban. Y no lo hicieron. El equipo siguió dominando, con un Odegaard estelar, intentando romper la cerrada defensa hammer.
El partido finalmente se rompió por insistencia local. Odegaard dio la primera asistencia de su doblete particular a Saka, esta vez sí en posición legal. Después, Martinelli se aprovechó del palo corto que no cubría bien Fabianski. Y, por último, Nketiah, que sustituía a Gabriel Jesus por su lesión, cerró el marcador a pase del noruego. Apenas quince minutos para dar la vuelta al partido y dejar al Emirates con la sensación de que conseguirían lo que se merecían.
Los minutos finales se resumen en que este Arsenal tiene ganas de ser campeón. No bajó la intensidad ni su dominio ni un instante. El nivel de precisión en los pases, la confianza en sus ideas y las genialidades de Odegaard, que hizo levantarse a la grada, hacen que esta victoria sirva en la clasificación y en la confianza. Wenger, que volvía al Emirates por primera vez desde que dejó el cargo en 2018, seguro que se marchó orgulloso.