Dominik Livakovic, el arquero de Croacia que se vistió de héroe contra Japón
En el partido de los octavos de final consiguió un logro que solo otros dos arqueros habían alcanzado en la historia de los Mundiales
Fue inescapable la noción de que, si había un equipo preparado para enfrentar la presión de jugar el tiempo suplementario y los penales, ese era Croacia. Después de todo, en Rusia 2018 habían pasado por esa situación en cada uno de los partidos que lo llevaron a la final contra Francia, imponiéndose en las tandas contra Dinamarca en los octavos y frente al organizador en los cuartos. Y el plantel en Qatar contenía a varios jugadores que ya habían estado allí, como Luka Modric, Ivan Perisic, Andrej Kramaric, Marcelo Brozovic, Mateo Kovacic y Mario Pasalic. Livakovic también había formado parte de ese equipo, pero jamás había salido del banco, dado que el arco croata estaba liderado por Danijel Subasic.
Los penales que le dieron el triunfo a Croacia
Llegó el turno entonces del guardameta de Dinamo Zagreb, y se lució. Desde el primer lanzamiento no dejó dudas de lo que venía a hacer: era el turno de Takumi Minamino, jugador de Mónaco con pasado en Liverpool, y cuando disparó a su izquierda, adivinó el remate y contuvo el tiro. Con el tanto de Nikola Vlasic asegurado, Croacia ya tenía la ventaja de un gol, y pudo extenderla cuando fue a patear Karou Mitoma, uno de los rivales más desequilibrantes. No fue problema para Livakovic: se lanzó abajo a su derecha y puso la mano para atajar su segundo penal consecutivo. Takuma Asano sí lo pudo engañar cuando envió su penal al medio, y el experimentado Maya Yoshida tuvo la chance de devolver la esperanza a Japón luego de que el palo le negara el gol a Marko Livaja. Tampoco: otra vez a su derecha, otra vez adivinó el arquero.
El gol de Mario Pasalic confirmó el triunfo, pero Livakovic ya había pasado a la historia. Y lo que es mejor aún, se puso firmemente a la altura de su antecesor: al igual que Subasic, que también lo consiguió en los octavos de final contra Dinamarca, se convirtió en el tercer arquero en contener tres penales en una definición de Copa del Mundo (el primero en lograrlo fue el portugués Ricardo, contra Inglaterra en 2006). La sensación del héroe, no obstante, fue en partes iguales de euforia y de alivio: “Es un sentimiento extraordinario, gracias a Dios terminó bien”, aseguró después de recibir el premio a la figura del encuentro, y no dudó en valorar la importancia de la ocasión: “Es el momento más grande de mi carrera”.
La hazaña le valió también todo tipo de elogios. El DT rival, Hajime Moriyasu, calificó su presentación entre los tres palos como “maravillosa”. Para el capitán Modric, su compañero “ha hecho hoy un milagro”. Pero en la adrenalina por conseguir aquel logro se puede obviar el hecho de que viene manteniendo un nivel similarmente sobresaliente. Recibió 12 tiros al arco en lo que va del Mundial; sacó 10. Si se suman los penales, habrá atajado 13 de 16 remates. Más de un equipo de las principales ligas europeas seguramente estará tomando nota. Con 27 años, hasta aquí sólo atajó en equipos de Croacia.
Cuando Subasic se retiró de la selección croata después de alcanzar la final en Rusia, persistían las dudas sobre quién podría ser el designado para tomar su relevo. Livakovic tuvo que luchar por su puesto con el gigante Lovre Kalinic, de más de dos metros de altura y con más experiencia fuera de su país, gracias a sus pasos por Gent, Aston Villa y Toulouse. Tuvo un aliado impensado en aquella disputa: Iker Casillas, que lo ponderó en un tweet que envió en 2019, cuando pocos aún conocían su nombre fuera de la región balcánica. Si después de la Eurocopa quedaban cuestionamientos acerca de esa disputa, Qatar 2022 terminó por enterrarlas por un largo tiempo. Y ahora, se le viene un examen más, nada menos que ante el jogo bonito de Brasil.