Boca: Juan Román Riquelme lanzará su propia agrupación al frente del club
El actual vicepresidente segundo presentará este martes su plataforma política, de cara a las elecciones de la próxima temporada
Según trascendió, la denominación con la que sería puesta en escena su plataforma política sería la de “Soy Bostero”. A partir de las 19, en el playón del estadio, iniciará el acto que, probablemente, Riquelme ya tenía en la cabeza hace mucho tiempo. Quizás, antes de empezar a formar parte de la comisión directiva de Jorge Amor Ameal. Porque el exenganche es así: se anticipa a todo y planifica cada jugada mientras los demás se vuelven locos por otra pelota que para él ya salió de la cancha.
Está claro que no se trata sólo de lo que ocurrirá este martes. Debe juntar 13.000 firmas y exponerlas ante un escribano para empezar a darle formalidad a la agrupación. Antes de agosto, la actual comisión directiva –a la que él pertenece- tiene que aprobar la idea, ya que tiene que proceder como ante cualquier agrupación: hasta tiene la potestad de chequear si las firmas son reales o no. Aunque hoy sea un compañero. Ahora bien, si consigue el paso que evidentemente anhela, la mira parece estar bien fijada: ser electo como presidente para manejar el timón del club hasta fines de 2027. O, en el mazo de las posibilidades, por qué no presidir sin presidir: mantenerse “terrenal”, simulando que su única función se limita a la pelota, cuando en realidad va a manejar una maquinaria completa.
Así lo plantea desde hace tiempo. Años. Antes de ser parte de la lista de Ameal y durante. Con él, pero ahora, con semejante decisión, puede pensarse que también el proyecto se emplee sin la inclusión del actual presidente. Es que, le cuentan a LA NACIÓN desde la institución de la Ribera, la búsqueda de Riquelme tiene que ver con ganar libertad. Ya no sólo con el fútbol, claro está. Autonomía para, por ejemplo, obtener una mayor cantidad de cargos y poder rodearse ampliamente de su gente. Porque, claro, también avisan que, aunque hoy en “Identidad Xeneize” todos formen parte del club, no significa que –como es normal- una cabeza piense exactamente igual a la que está al lado.
“Si puedo hacerlo, tengo ventaja: la gente me cree”, decía en 2015. “Me gustaría, si tengo la suerte de estar, que la gente me permita tener ocho años de gestión y así poder trabajar tranquilo”, ya le ponía plazos a su por entonces hipotética candidatura, en una entrevista de 2018. Ya en el medio de la presente gestión, cada título obtenido y los superclásicos ganados le dieron mucha confianza: “No tengo dudas de que vamos a ganar las próximas elecciones. 80 a 20 ó 90 a 10. No importa quién sea nuestro candidato ni el de la oposición”.
Y cuando surgió la noticia de que Carlos Tevez podía llegar a sumarse a la gente de Mauricio Macri y Daniel Angelici para formar una fuerte oposición (finalmente desestimado por un Apache que ahora es DT), el actual directivo cambió los porcentajes, con algo de ironía: “Si se presenta Tevez con otro sector, ahí ganaremos 85 a 15″.
Convencido. Y con el objetivo pendiente, por el que busca seguir más tiempo: en una época en la que el fútbol brasileño parece difícil de emparejar, debido a los millones de dólares que le permite contratar una importante cantidad de futbolistas de jerarquía y calidad (Palmeiras y Flamengo, ambos por duplicado, fueron los últimos cuatro campeones), Boca no se resiste a soñar con volver a ganar la Copa Libertadores.
También incentivado con el trabajo en las inferiores. De no ganar nada en los últimos diez años, la reserva pasó a ser multicampeona (cuatro títulos en un año y medio) y otras categorías, como la cuarta división, también se dan el lujo de festejar sus respectivos torneos. Eso apenas es una parte de todo lo realizado, claro está. Todo ocurre en un predio de Ezeiza constantemente elogiado por jugadores, entrenadores y figuras que lo pisan circunstancialmente.
Es posible imaginar qué es lo que habrá en la vida de Riquelme para diciembre de 2023, aunque –al mismo tiempo- falta mucho y todo puede suceder. Por lo pronto, su agrupación se pone en marcha. Y muchos hinchas empiezan a ilusionarse con su figura de presidente.