Benzema, con sangre en los ojos
Según ha podido saber AS, por Valdebebas circula el runrún de que tiene ganas de revancha. De ‘contestar’ a muchos con goles. Está ultra motivado y el Madrid se ilusiona con lo que ve.
De ‘contestar’ a muchos con goles. Volviendo a ser el jugador que deslumbró la temporada pasada y se afianzó, por méritos propios (44 goles en 46 partidos; incluidos cinco en las tres grandes remontadas europeas), el Balón de Oro. Asoma aquel Karim, al que el madridismo lleva toda la temporada añorando: sólo suma 954 minutos, siendo el 13º de la plantilla, por detrás de Rüdiger (1.001′) y Rodrygo (1.360′), entre otros. Únicamente suma seis goles y, por primera vez desde que aterrizó en Chamartín el verano de 2009, se ha quedado sin marcar en una fase de grupos de la Champions. Las lesiones y una ‘fatiga muscular’ le han estado lastrando. Pero ya es pasado.
Una pesadilla de tres meses
Lleva semanas entrenando sin un ápice de dolor. ‘Al fin’, pensará, tras meses de inestabilidad. Un periplo que empezó el 6 de septiembre en Glasgow y le ha hecho perderse el 43% de los partidos esta temporada (nueve de los 21). Primero: Mallorca, Leipzig y el derbi en el Metropolitano. Volvió, jugó dos partidos y nacieron las ya famosísimas dos palabras: ‘fatiga muscular’. Una sombra que le persiguió tiempo después y generó un enorme debate, haciéndole invisible las semanas previas al Mundial (en los últimos seis partidos sólo jugó 26′, intranscendentes y poco exigentes, ante el Celtic). De ahí, a Qatar. Y de Doha, a Madrid. En total, esta temporada acumula 63 días en la enfermería.
De retour
Pero... borrón y cuenta nueva. Esa es la cuestión. Tras el ‘desprecio’ de Deschamps, ha cambiado el chip y está sudando en Valdebebas como nadie. Recuperando fuerza en el gimnasio, ritmo en los amistosos y confianza en el vestuario. Es otro, el de antes. Quienes le ven en el día a día aseguran que no es que esté motivado, sino ultra motivado. Que todo lo que le lleva sucediendo estos meses atrás lo está usando como gasolina para llenar su depósito de hambre particular. Que tiene unas ganas abismales de reivindicarse. Su actitud es indómita y en el club se ilusionan por decreto. Porque ven a Benzema afilando sus colmillos para el regreso de la competición. Y eso son palabras mayores.