Y menos mal que estaba Oblak...

El esloveno batió su marca de paradas de esta temporada: repelió seis disparos del Oporto para evitar un resultado estrepitoso. Pese a su buen porcentaje de intervenciones, ha encajado siete goles en una semana.

Jesús Colino
As
El Atlético se la pegó en Oporto, pero aun tiene que dar gracias a Oblak de que la tarde no acabara en goleada. El esloveno fue de lejos el mejor de los rojiblancos, por deméritos de los compañeros y por méritos propios. Sus intervenciones mantuvieron al equipo mínimamente vivo y fue tan poca la ayuda de su defensa que, a pesar de los dos goles, el portero batió su récord de paradas de esta temporada: seis.

Otávio, Evanilson, Taremi (2), Galeno y Wendell se estrellaron contra sus guantes. El propio Taremi y Eustaquio consiguieron marcarle en la primera parte. Porque ese es otro de los males de este Atlético en derrumbe. Leverkusen, Cádiz y Oporto han visto puerta antes del minuto 10. En el Mirandilla fue a los 27 segundos y en O Dragao también cayó el 1-0 en el primer acercamiento. Oblak poco pudo hacer en los tantos de Portugal ante remates sin oposición.

Nunca esta temporada habían rematado ocho veces a portería al Atlético. El Cádiz y el Leverkusen se habían quedado en siete. Es decir, los tres últimos encuentros son en los que más disparos ha sufrido el equipo rojiblanco. Una fragilidad alarmante. En Oporto, de hecho, además de esos ocho remates entre palos hubo otros ocho que no encontraron portería. Oblak intentó espabilar a sus compañeros de todas las maneras, pero se encontró solo. Si no hubiera sido por él, el equipo de Simeone se habría vuelto con un saco de Portugal...

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