Xabi Alonso manda en el Rin
El Bayer Leverkusen venció 1-2 al Colonia en el derbi y alcanza la decimotercera plaza en la tabla.
Fue el Colonia el que comenzó mejor. Los locales, arropados por su afición, tomaron la iniciativa desde el arranque ante un Leverkusen que ni quería ni podía. La faltó de todo a los de Xabi Alonso, sobre todo precisión y esa chispa que requiere un derbi del Rin. Sí la pusieron los de Baumgart y obligaron al meta Hradecky a lucirse por primera vez en un disparo de Adamyan que desbarató de milagro. Sin embargo, el cancerbero no pudo hacer nada contra una maravillosa volea desde fuera del área por parte de Schmitz que impactó en su escuadra y desató la locura en el Rhein-Energie-Stadion. Mandaba el Colonia.
Y el Leverkusen no reaccionó. Siguieron mandando los locales en los segundos 45 minutos y estuvieron a punto de ampliar la renta nada más volver de vestuarios. Una vez más tuvo que aparecer Hradecky para desviar un potentísimo disparo de Hector al travesaño y mantener semivivos a los suyos. No funcionaba nada en el Leverkusen. Se desquiciaba Xabi Alonso en la zona técnica al ver que su equipo parecía un juguete en manos del eterno rival. Hasta que apreció Amiri para poner las tablas por medio de un libre directo que fue rechazado por la barrera local. La fortuna terminó siendo el mejor aliado de un Leverkusen que, justo después, volvió a resucitar. Una vez más.
De la nada, los de Xabi Alonso volvieron a ser ese equipo que todos intuían a principios de temporada. Verticalizaron. Buscaron la espalda de los defensores locales. E hicieron daño. Se caracteriza el equipo del BayArena por su velocidad y verticalidad, virtudes que, finalmente, puso a prueba durante el tramo final del choque para terminar remontando un partido que parecía perdido. Fue a través de una contra de libro. Comenzó en las botas de Hudson-Odoi, quien hizo correr a Frimpong por el costado izquierdo para que el neerlandés sirviera en bandeja el tanto de la victoria a Diaby. Haciendo estallar la grada visitante en el Rhein-Energie. El Leverkusen está vivo. Y coleando.
El Friburgo y el Union Berlin se desinflan
Ni el Friburgo, superado por el Leipzig (3-1), ni el Union Berlin, incapaz ante el Augsburgo (2-2), mantienen el ritmo impuesto por el Bayern Múnich al frente de la Bundesliga que completa la decimocuarta jornada ya con cuatro puntos de renta sobre sus perseguidores.
El Leizpig, cada vez más entonado, batió con autoridad al Friburgo en Red Bull Arena. Arrancó la sesión a un punto del Bayern el cuadro de Christian Streich que llevaba tres victorias seguidas pero que perdió con el equipo local.
La llegada al banquillo Marco Rose ha mejorado notablemente al Leipzig que dejó el partido sentenciado a la hora de juego con los goles de Mohamed Simakan, el francés Christophe Nkunku. Acortó distancias Lukas Kubler para el cuadro de Christian Streich pero sentenció el sueco Emil Forsberg a un cuarto de hora del final.
El Leipzig es ya quinto a dos puntos del Friburgo y el Union Berlín que recupera la segunda plaza a pesar de empatar con el Augsburgo en el Estadio An der Alten Forsterei de Berlín.
El conjunto berlinés, que solo ha ganado un duelo en los últimos tres encuentros, se adelantó gracias a Sheraldo Becker y también después con el gol de Kevin Behrens pero Florian Niederlechner, en ambas ocasiones, neutralizó la renta local.
El Schalke ganó. Tras siete derrotas seguidas, el conjunto de Thomas Reis, colista, sumó su segunda victoria del curso al vencer en el Veltins Arena de Gelsenkirchen al Mainz (1-0) con un tanto de Simon Terodde.
Y el Eintracht de Frankfurt se situó en zona de Liga de Campeones con un claro triunfo contra el Hoffenheim (4-2) en el Deutsche Bank Park. A la media hora el equipo de Oliver Glasner ya ganaba por 3-0. El suizo Djibril Sow y los frnaceses Randal Kolo Muani y Junior Dina Ebimbe sentenciaron el choque a pesar de la reacción visitante que se situó con 3-2.
El austríaco Christoph Baumgartner y el turco Ozan Kabak devolvieron al duelo al Hoffenheim aunque el tanto de Jasper Linstrom, cuarto de Eintracht, tranquilizó al conjunto de Frankfurt.
