Una victoria allana la ruta
El Madrid, con la duda hasta última hora de Benzema y sin Tchouameni, necesita ganar al Celtic para asegurarse la primera plaza. La estadística de los escoceses, por encima de sus resultados.
Los malos resultados, sin embargo, no reflejan bien la realidad del equipo. En el partido ante el Leipzig en el Celtic Park disparó 16 veces y no hizo ningún gol. También acribilló al Shakhtar en los dos encuentros (15 y 16 tiros) para no pasar del empate. Y acorraló al Madrid en la primera parte del duelo disputado en Escocia. Le han penalizado, pues, la falta de puntería y algunos errores puntuales como el que cometió el meta Joe Hart en el partido ante el Leipzig en Alemania al intentar pase a un compañero. “Me equivoqué, pero el técnico me pide que juegue así”. Con todo, el portero es el primer referente del actual Celtic.
El juego de pies de Hart ha marcado mucho la carrera de un guardameta con 35 años cumplidos que llegó a disputar 75 partidos con la selección inglesa. Cuando regresó de la Eurocopa de 2016, en la que fue titular, su club, el Manchester City, acababa de contratar a Pep Guardiola como entrenador: “Había hecho un mal torneo y volví cuanto antes para verme con él. Tuvimos una conversación de dos horas en China. Me dijo: ‘No creo que esto funcione. Seré el primero en reconocer que me he equivocado, pero lo que veo de ti no es lo que yo quiero de un portero’. Le pedí una oportunidad y me dijo que me la daría, pero que ya sabía cuál era su decisión”. Así que Guardiola fichó al chileno Bravo y Hart fue cedido primero al Torino y después al West Ham.
McGregor, baja
Después pasó dos años en el Burnley y en 2020 llegó al Tottenham de Mourinho. Contó poco con él (solo disputó diez partidos) y con su sustituto, Nuno Espírito Santo, se repitió el mismo episodio que con Guardiola. “Al llegar me dijo: ‘La pelota es demasiado rápida para ti, eres demasiado viejo, no te mueves, no tienes fuerza. No me sentiría cómodo poniéndote un solo minuto’. Como él era el jefe, me fui”. Así acabó en el Celtic, donde es el líder del vestuario y de la afición: “Los dos años anteriores no habían sido lo que yo quería, pero ni la vida ni el fútbol son perfectos. Afortunadamente, lo que vivo ahora es muy bueno. Responde a todo lo que me vendieron y más”.
Desde su duelo el Celtic Park ante el Madrid, el campeón escocés ha ganado seis partidos y perdido uno en su Liga y se mantiene líder, con cuatro puntos de ventaja sobre el Rangers. Al Bernabéu llega con la notable baja de su capitán, McGregor, que no volverá hasta después del Mundial, pero ha recuperado a Jota, que jugó una campaña con el Valladolid, y mantiene muy en forma a sus japoneses, especialmente Furuhashi, pichichi de un equipo que presenta mejor media goleadora fuera que en casa.
Vinicius, la solución
Para el Madrid el partido es menos festivo. Necesita ganar para evitar el bombo uno, cargado de dinamita (ahí están ya Nápoles, Oporto, Bayern, Tottenham, Chelsea y City). Si empata o pierde, necesitará que el Leipzig no le gane al Shakhtar. A estas alturas, el principal activo blanco es Vinicius, el único futbolista de la plantilla que ha estado en los 18 partidos junto a Alaba y Camavinga y el que más minutos suma. También es el máximo goleador (nueve tantos) y el mejor asistente (cinco). En la Champions, solo Lewandowski ha disparado más que él.
Hasta el último momento no se sabrá si estará acompañado por Benzema, ausente en los dos últimos encuentros, que se cerraron con derrota ante el Leipzig y empate ante el Girona. Esta temporada se ha perdido ya siete encuentros. Es posible que empiece en el banquillo, disponible para atender una urgencia.
Bajas seguras son Hazard, se supone que por unas molestias musculares y al que nadie espera ya, y Tchouameni, lo que permitirá a Camavinga repetir como titular, y volverá al once Militao, quién sabe si por Mendy, con Alaba como lateral. Será, en cualquier caso, un Madrid reconocible porque hay Champions que se ganan desde el bombo.
