Tras el impacto de los misiles, Polonia prepara unidades militares para el combate
Los embajadores ante la OTAN celebrarán una “reunión de emergencia” el miércoles para evaluar la situación
“Se ha tomado la decisión de aumentar el estado de preparación de algunas unidades de combate y otros servicios uniformados”, dijo el portavoz Piotr Muller a los periodistas tras una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional en Varsovia.
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, indicó en sus redes sociales que mantuvo una conversación con el presidente Andrzej Duda sobre el ataque en territorio polaco: “Ofrecí mis condolencias por la pérdida de vidas. La OTAN está monitoreando la situación y los Aliados están consultando de cerca. Importante que se establezcan todos los hechos”. En un mensaje en redes sociales, llamó a la calma y subrayó que “lo importante es que se aclaren los hechos”.
Luego, Oana Lungescu, portavoz de la OTAN, informó que “el secretario general presidirá mañana una reunión de emergencia de los embajadores de la OTAN para hablar de este trágico incidente”.
El ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszczak, tiene previsto hablar con su homólogo estadounidense Lloyd Austin en las próximas horas, según la oficina de Siewiera.
Por otra parte, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, anunció este miércoles un refuerzo del control del espacio aéreo del país “de manera mejorada junto con los aliados”.
El premier también hizo un llamamiento a la calma a sus compatriotas y alertó contra la proliferación de noticias falsas, provocaciones y desinformación “que solo benefician a Rusia”.
El ataque, en teoría, podría justificar que la OTAN responda a Rusia, pero para eso debería aplicar varios artículos del Tratado de la agrupación de defensa atlántica.
El artículo 4 puede ser invocado por los miembros de la alianza atlántica que se sientan amenazados por un Estado o por una organización terrorista. En ese momento, el resto de los países inician consultas formales, a pedido del socio que lo haya activado. Entonces, se analiza si existe una amenaza y cómo se podría hacer frente. Sin embargo, de este artículo no se deriva una presión para actuar en la práctica.
Tras el ataque ruso a Polonia, también es clave repasar el artículo 5 del Tratado: “Las partes convienen en que un ataque armado contra una o contra varias de ellas, acaecido en Europa o en América del Norte, se considerará como un ataque dirigido contra todas ellas y, en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva, reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, asistirá a la Parte o Partes así atacadas, adoptando seguidamente, individualmente y de acuerdo con las otras Partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer y mantener la seguridad en la región del Atlántico Norte”.
Y añade: “Todo ataque armado de esta naturaleza y toda medida adoptada en consecuencia se pondrán, inmediatamente, en conocimiento del Consejo de Seguridad. Estas medidas cesarán cuando el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para restablecer y mantener la paz y la seguridad internacionales”.
Esto es, la OTAN no sólo puede sino que tiene la obligación de intervenir en caso de agresión a uno de sus países miembro. La primera vez que se invocó este artículo fue tras los atentados del 11-S contra Estados Unidos.
Países como Estonia, Letonia, Lituania y Ucrania no han dudado en señalar a Rusia como autor del lanzamiento de estos misiles.
Desde Moscú, ante los llamamiento de varios Estados a que el territorio de la OTAN sea defendido, se han rechazado estas acusaciones y se ha explicado que los fragmentos de misiles en la zona no corresponden con el tipo de armamento que utiliza Rusia.
El episodio se produce en una jornada en la que Rusia ha lanzado una nueva oleada de ataques sobre el territorio occidental de Ucrania. Kiev, Leópolis y otras tantas ciudades han sido escenario de ofensivas rusas, que han tenido como principal objetivo infraestructuras energéticas.