Ross Brawn se retira
El director deportivo de la F1 anuncia su adiós. Es uno de los artífices del techo de gasto, el reglamento técnico de 2022 o los esprints.
“Se ha hecho la mayor parte del trabajo, ahora es un periodo de consolidación”, argumenta Brawn, en referencia al tope presupuestario, “un paso muy significativo para la F1, un sistema muy complejo”; pero también habla del nuevo formato de fin de semana, “el esprint ha refrescado el fin de semana y habrá seis en 2023″. Pero sobre todo habla de una generación de monoplazas, “un gran cambio técnico” con una nueva mentalidad: “Facilitar la competición”. “Fue una enorme emoción ver dos o tres coches pelear por la posición desde la primera carrera en 2022, no lo habíamos visto muchas veces. Ahora puedes correr duro durante varias vueltas detrás de un coche sin muchos problemas”.
“Tuvimos grandes carreras este año, Red Bull empezó con el pie cambiado y sufrieron al principio, y Ferrari fue muy fuerte. Aunque luego vimos a Red Bull de vuelta. Lo mejor fue la competición apretada, el entretenimiento, las emociones en tantas carreras. Vimos muy buenas carreras. Max consolidó su estatus como campeón del mundo con una gran actuación de Red Bull; Ferrari dio otro paso adelante y se les debe felicitar por el progreso. Los dos subcampeonatos son una buena plataforma para iniciar el próximo año. Espero que en los próximos años veamos al resto de equipos pelear por el top-3, sería la guinda para la F1″, resume sobre la temporada que ya terminó.
Brawn inició su carrera en el automovilismo en 1976 y ha sido director técnico de Benetton, Ferrari y Honda, y propietario de Brawn GP (que arrasó en 2009) antes de ceder progresivamente el control del equipo a Mercedes. Interrumpió su jubilación en 2017 ante la llamada de Chase Carey y Liberty Media, la empresa que compró la F1 para hacerle un profundo lavado de cara. Ahora, después de fijar las bases de lo que será el Gran Circo a corto y medio plazo, se marcha.