Portazo al Barça: los límites salariales no se negocian

LaLiga se cierra a replantear las normas del control económico como pide Laporta. La única opción para que puedan fichar es reducir costes o aumentar los ingresos.

Ruby Arés
As
El estrés económico no cesa en el Camp Nou. Prueba de ello son las últimas declaraciones de Joan Laporta en diversos medios, en los que afirma que el club necesita reducir masa salarial y seguir haciendo malabarismos económicos para poder reforzarse en los próximos mercados de fichajes. Habiendo bajado demasiadas palancas ya, el presidente azulgrana pretende que LaLiga abra la mano con el control financiero. Pero la respuesta que dan desde la sede de la patronal es la misma: el fair play no se negocia, se cumple.

Nosotros y algunos otros clubes también estamos intentando convencer a LaLiga de que sea más flexible y nos permita otro tipo de interpretaciones que puedan hacer que el Barcelona se refuerce todavía más”, afirmaba estos días Laporta. Una situación que parece que aparentemente no sucederá. Desde la patronal ya están habituados a dar este tipo de negativas al conjunto azulgrana. Así se lo hicieron saber en verano de 2021, cuando la nueva directiva se encontró con pérdidas estratosféricas (481M€) y no pudieron retener a Messi. Lo mismo sucedió con el Plan Impulso de CVC. El Barcelona trató de renegociar las condiciones para acceder, pero también se llevó un “no” por repuesta. Y ahora, ante los nuevos aprietos económicos vuelve a ver otra negativa desde LaLiga: las normas son las que son para todos.

En el mes de septiembre llegó el primer aviso público para el Barcelona. “Está obligado a reducir su masa salarial, que será de 400 y picos millones de euros… Tendrá que adaptarse”, afirmaba Javier Tebas en rueda de prensa. Fue entonces cuando anunció que el Barcelona había logrado pasar de tener un techo salarial de -144 millones a 656 gracias a las famosas palancas, pero también se les advirtió de que eso tendría unos efectos directos para los siguientes mercados de fichajes. Al final, la venta de activos del Barcelona supone pan para hoy y aprietos para mañana.

Los aprietos económicos están motivados por varios frentes. Primero, por los altos sueldos de algunos futbolistas, de ahí que intentaran renegociar las nóminas con varios de los capitanes, aunque no lo lograsen. En este sentido, el adiós de Piqué, en términos matemáticos, es un gran alivio para el club, ya que era uno de los contratos más antiguos y elevados. Por otro lado, también ha sido un problema la eliminación de la Champions. El Barça tenía presupuestado llegar hasta cuartos y el no hacerlo deja un agujero de 20 millones. Y, por último, otro de los aprietos son el efecto boomerang de las palancas. Esta vía permitió a Laporta disponer de una gran cantidad de dinero para arreglar su límite salarial (de -144 millones de euros a 656) este verano, pero de cara a un presente ya inmediato supone menos ingresos. En este caso son destacables los derechos audiovisuales, de los cuales vendió un 25% a Sixth Street para los próximos 25 años. Un ejemplo práctico: el Barcelona ingresó por TV de LaLiga en la temporada 20-21 hasta 165,6M€; actualmente Sixth Street se llevaría 41,4M€ de esa cantidad. Lo que supone menos ingresos y, consecuentemente, menos límite salarial.

Ante la negativa de LaLiga de reinterpretar la norma para poder fichar, el Barcelona ya sabe lo que tiene que hacer: aumentar ingresos o vender futbolistas. Es decir, dejen salir antes de entrar. Y ya apuntan a estas vías, aunque también dejen caer la de renegociar el fair play. “Seguimos con problemas de límite por culpa de la eliminación de la Champions, que nos ha reducido los ingresos presupuestados. Intentaremos revertirlo negociando con LaLiga para reconsideren su interpretación y consiguiendo nuevos ingresos con victorias en la Europa League o la Supercopa de España. Incluso con algún partido amistoso durante el Mundial”. La primera parte la tienen muy complicada con la postura actual de LaLiga.

Los cambios en el control económico

Una de las claves del control económico de LaLiga y que la patronal siempre señala es que la normativa la han hecho y aprobado todos los clubes. Son ellos mismos los interesados en este férreo control. Y, por ello, Laporta apuntó en una de sus declaraciones a más gente: “Nosotros y algunos clubes estamos intentando convencer a LaLiga…”. Ahora bien, el control económico es un reglamento vivo. ¿Se ha variado los últimos años? Sí, cada temporada hay retoques, pero todos los cambios sufridos han ido más por el camino opuesto al que plantea Laporta. Por ejemplo, dos de las normas que más le han perjudicado son las relacionada con los canteranos (si un jugador de facto está jugando con la primera plantilla, se le trate como tal y no como del filial, algo que afectó a otros 17 equipos) y otra con la prórroga de los contratos (ya no se puede diferir los pagos de las nóminas). Pero les afecta a ellos y al resto de equipos, que aun así votaron que se implantase.

Aunque también es cierto que sí se lograron otras cláusulas que dieron oxígeno a los clubes de LaLiga. Como las famosas reglas de 1/3 o ½ durante los últimos veranos o permitirles que asuman las pérdidas relacionadas con el COVID en cinco temporadas, permitiéndoles no tener un límite salarial tan bajo.

Entradas populares