POLONIA 2 - ARABIA SAUDÍ 0 Lewandowski se estrena

El delantero del Barça por fin marcó en un Mundial. Szczesny fue clave al inicio . Arabia dominó, pero sin concretar. Polonia toma el mando del grupo momentáneamente.

Santi Giménez
As
Jugó mejor Arabia Saudí, pero la contundencia de Polonia, que fue la dueña de las áreas con un Szczesny fabuloso y un Lewandowski que acabó estrenándose como goleador en un Mundial, frustraron a los de Renard que acabaron cayendo por 2-0 dejando el grupo al rojo vivo.

El partido se planteó bajo los parámetros que ya habían exhibido los tres colectivos que participaban. Los saudíes eran gacelas, los polacos paquidermos y el árbitro, en esta ocasión el ínclito brasileño Wilton Sampaio se encargó de estropear todo lo bueno que pasaba en el campo.

El colegiado brasileño, un auténtico dislate con silbato, obvió una agresión terrorífica de Cash a los 21 minutos de partido que era de roja directa. Podría, en el peor de los casos, ser amarilla y teniendo en cuenta que ya acumulaba una, el resultado hubiera sido el mismo. El árbitro no vio ni falta y además sacó una amarilla a Feras por protestar.

No contento con este error, el colegiado brasileño se inventó un penalti increíble a favor de Arabia Saudí en el descuento de la primera parte, que Szczesny atajó en primera instancia y en segunda tras el rechace en una parada de todavía más mérito.

Es cierto que Arabia se merecía el empate, pero no de esta manera. Los árabes jugaron mucho mejor al fútbol que los polacos. Su fútbol, veloz, asociativo y combinativo contrastaba con el juego jurásico de los mamuts europeos. Muy fuertes, pero muy troncos.

Pero el fútbol tiene estas cosas y cuando un jugador, como el portero polaco de la Juve está de dulce, no sólo para, sino que además crea ocasiones de gol. Un sensacional servicio de puerta habilitó a Cash (que hacía rato que tenía que estar expulsado) que sirvió a Lewandowski, que falló en primera instancia y luego tuvo la fe de sehuir la jugada para servir el gol en bandeja a Zielinski

En la segunda parte, las gacelas árabes siguieron corriendo y jugando, pero los contragolpes polacos eran letales con dos postes de aviso y el gol catártico de Lewandowski que rompe su sequía y deja el grupo ardiendo.



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