Myles Turner se ofrece abiertamente a los Lakers

El todavía jugador de los Pacers especula con un posible traspaso a los Lakers y no se corta: “Yo le echaría una ojeada intensa”.

Mike Maestre
As
El mercado de la NBA está abierto y la operación que va a estar perfumándolo durante la época en la que los movimientos son escasos es el de los Lakers para mover a Westbrook. Se adapte o no, juegue o no, es la gran posibilidad que apareció en verano y se rechazó. El contratazo de Russ no se corresponde con lo que está desarrollando dentro de la cancha y ha hipotecado, con el beneplácito de los que apretaron para ficharle y los que no han apretado tanto para sacarle cuando ha habido oportunidad, el futuro a corto plazo de la franquicia. La oferta con la que se maniobró en agosto y septiembre acaba de tomar, sin embargo, otro aroma.

Myles Turner era, junto al tirador bahameño Buddy Hield, uno de los dos jugadores que estaban implicados en la oferta de los Pacers a los Lakers, ésa que terminó sin concretarse por la terquedad de los californianos a ceder dos rondas de draft (1ª de 2027 y 1ª de 2029). Ahora, en un giro sorprendente de los acontecimientos, ha hablado abiertamente de cómo cree que debe acabar esa conversación en algún punto.

El pívot de los Pacers fue invitado a The Woj Pod, el podcast de Adrian Wojnarowski (ESPN), y dio su opinión al ser preguntado sobre si él haría efectivo este traspaso si fuera el GM. “Si yo fuera los Lakers, le echaría una ojeada intensa a eso por la posición en la que están. Una mirada larga. Pero, hasta que se apriete el gatillo, a mí me pagan por tirar a canasta”, dijo. No queriendo continuar con la explicación ya había quedado dado el mensaje. “Yo sé lo que puedo aportar a un equipo: mi liderazgo, mi capacidad para taponar tiros, mis tiros de tres y mi habilidad para hacer buenas jugadas en la cancha”, sostuvo. En este afán de publirreportaje lanzado por el periodista y recibido seguro a gusto de Bill Duffy, agente del pívot, Turner advierte -con lógica- que “conociendo cómo funciona este negocio” siempre se quiere “un retorno” para los jugadores que das, reconstruyas o no, y es lo que separa a Pacers y Lakers en este caso.

Rob Pelinka es el mayor valedor de la opción de Russell Westbrook. Apoyó la continuidad del jugador con los demás consejeros, como Rambis, en contra en base a la valoración que se había hecho de la oferta. Turner tiene un contrato expiring (cobra 18 millones este año y es libre en 2023), como Westbrook, pero aquí la sartén por el mango la tienen unos Pacers que no se irían sin esas dos elecciones de futuro en esta negociación.

La posición de pívot es, además, una en las que más se necesita un refuerzo. Antes que probar a LeBron ahí (dejando de crear desde la parte central de la cancha) o a poner a Davis contra su voluntad (porque quiere jugar más abierto), un refuerzo es más lógico. Damian Jones y Wenyen Gabriel no dan la talla, Juan Toscano-Anderson es jugador de rol y bajo para ser ‘5′... No hay mucho más allá donde mirar.

¿Sanción?

Estas manifestaciones de Myles Turner, cristalinas, pueden suponer una sanción de la NBA si ésta considera que está atentando contra los intereses de la franquicia que ahora le paga. La Liga prohíbe las peticiones públicas de traspaso de los jugadores para proteger la cuota de poder de los equipos para manejar los contratos a su antojo. No hace falta que sea explícita, con ser velada la NBA ya tiene herramientas legales para hacer pagar al jugador en cuestión en lo que sería una de las acepciones del tampering. En el pasado se han confirmado multas a jugadores: uno de los ejemplos de los últimos años, los 10.000 dólares a Eric Bledsoe por manifestar que quería marcharse de los Suns en un mensaje de Twitter.

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