Messi está encerrado

La Albiceleste es la selección más hermética. Apenas abre sus puertas y atiende a la prensa. Messi está centrado en poder rematar el trabajo de la primera fase ante Polonia.

Aritz Gabilondo
As
Argentina volvió a trabajar a puerta cerrada en Doha, en su campo de entrenamiento en la Qatar University, cerca de donde lo hace España pero con un matiz completamente diferente a La Roja y al resto de selecciones. Nadie se ha blindado tanto durante el torneo como los argentinos. Abren poco las sesiones, apenas un puñado de días y sólo un cuarto de hora, y nadie atiende a la prensa salvo los días previos a los partidos, tal y como ordena la FIFA.

Un ‘búnker’ argentino al que sí accedieron los familiares el día posterior al triunfo ante México. El buen ambiente es necesario, piensa Scaloni, y por ello permitió que las mujeres, los hijos y demás parientes se pasaran por allí para alentar a los futbolistas. Algunos de ellos, como Di María o Palacios, dejaron mensajes en redes sociales. “Nada mejor que la familia para afrontar estos momentos”, escribió el Fideo.

Las únicas veces que Argentina abrió sus puertas fue en entrenamientos posteriores a partidos, es decir, cuando los titulares apenas saltan al campo y los suplentes son los protagonistas. En ese breve periodo se pudo ver la sonrisa de Messi tras ganarle a México, aquello a lo que se aferran en el país para derrotar a Polonia y acceder a octavos.

Scaloni quedó satisfecho con el segundo tiempo ante México, especialmente tras la entrada de Enzo Fernández. El del Benfica se ha ganado con creces ser titular. Marcó, hizo jugar al equipo y liberó a Messi. El que lo tiene peor para entrar es el Cuti Romero. Su mal debut ante Arabia Saudí le llevó al banquillo frente a los mexicanos. La pareja Otamendi-Lisandro Martínez rindió mejor. Ahora llega otra prueba de fuego ante Lewandowski. Argentina se prepara a conciencia, lejos de los focos, para ganar un encuentro trascendental.

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