Mateu ‘arruinó’ la fiesta qatarí

La selección anfitriona reclamó un penalti a Afif en el primer tiempo con empate a cero. La afición local no llegó el estadio y aguantó hata el 83′.

Jorge García Hernández

As

El drama qatarí vivió un nuevo acto en el estadio Al Thumama de Doha. La selección local fue derrotada por Senegal por 1-3 delante de una afición que acudió al complejo en buen número pero lejos de llenar sus 44.000 plazas. Organizada en autobuses y algunos de forma particular, los aledaños del estadio se fueron llenando poco a poco antes del encuentro. La afición qatarí espera hasta última hora para hacerlo. Dentro esperaba ya la nutrida representación senegalesa pertrechada con sus bombos, que no pararon de sonar durante todo el partido.

El mismo estuvo marcado por una acción en el minuto 33, cuando Afif, jugador qatarí, fue derribado dentro del área por Sarr. La acción fue extraña, ya que el jugador local estaba armando la pierna en carrera, pero en el último momento se cruzó delante de Sarr, quien contactó con él. Mateu Lahoz, el colegiado español que dirigía el partido, no tuvo dudas. No sancionó el penalti y se afanó en dar explicaciones al futbolista qataría, dándole indicaciones de que había sido él quien había provocado el contacto. En directo y en el campo, la acción pareció cuanto menos dudosa. La repetición mostraba el contacto, pero el VAR no llamó a consultas al colegiado español.

Desde la grada se protestó la acción, pero sin más. No hay demasiada pasión en Qatar o costumbre. Se reclamó de primeras el penalti y hubo algo de queja. Algunos medios sí revisaron la acción y la catalogaron como fallo flagrante. En los días previos al Mundial, se habló mucho en Qatar sobre los penaltis que había recibido a favor la selección anfitriona en los partidos amistosos. Demasiados, para algunos. En este caso, Mateu ‘arruinó' la fiesta qatarí. Los aficionados, a diferencia de lo sucedido en el estreno con Ecuador, sí aguantaron más en el estadio. Durante el intervalo es cierto que a la zona VIP le costó más volver a su asiento y que la grada de animación se quedó a la mitad. Pero poco a poco fueron volviendo a sus puestos. Hasta el minuto 83, cuando Dieng sentenció y comenzó el desfile hacia las puertas.