¿Es bueno beber agua mientras se come?
Existen muchos mitos alrededor del agua y de cómo esta afecta al cuerpo. Algunos de ellos, sin embargo, podrían estar basados en explicaciones científicas bastante interesantes.
McSExisten diversas teorías contrapuestas respecto a si se debe beber agua mientras se come. Algunas afirman su interferencia a la hora de hacer la digestión; otras, que su consumo durante las comidas es completamente inofensivo.
Ciertos estudios, además, sugieren que beber agua podría favorecer a la pérdida de peso e incluso impedir la ingesta incontrolada entre horas. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto?
El agua, un líquido indispensable
Según informa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el agua es fundamental para el funcionamiento del cuerpo humano. Su ingesta permite regular la temperatura corporal a través de la transpiración y evita el padecimiento de problemas como el estreñimiento, así como favorece la hidratación de los órganos.
Desde hace algún tiempo, se ha desatado un debate en torno a si sería bueno o malo beber agua mientras se come. Si bien es cierto que se recomienda la ingesta de 4 a 6 vasos diarios, no existen estudios concluyentes que puedan finalizar el debate alrededor de una u otra postura.
En cuanto a su supuesto poder adelgazante, la explicación es mucho más sencilla. Para comenzar, el agua no tiene calorías. Si se ingiere agua antes del almuerzo o de la cena, el estómago se llenará y eso saciará el apetito. De esta forma, se estaría evitando la ingesta de comida fuera del horario establecido.
Un estudio de la American Chemical Society de Boston realizado en 2013 concluyó en su día que los participantes de su investigación que habían bebido dos vasos de agua antes de comer habían consumido entre un 75 y un 90% menos de calorías que el resto.
A nivel más global, es importante saber que el agua estimula el funcionamiento renal y ayuda a equilibrar los niveles hídricos del cuerpo. No obstante, hay que tener cautela, puesto que una ingesta exagerada de este líquido podría ser nociva para los riñones, tal y como afirma este estudio realizado por el Hospital Universitario de Canarias.
¿Qué pasa en el cuerpo cuando se bebe agua fría al comer?
Se cree que beber agua muy fría podría alterar el funcionamiento de las enzimas del intestino y hacer más pesada la digestión. Sin embargo, los estudios al respecto todavía no son del todo concluyentes.
Por otra parte, en un estudio realizado por la Universidad Urmia (Irán) en 2013, por su parte, se llegó a la conclusión de que la temperatura más recomendable para beber agua rondaría los 16 ºC. De hecho, la investigación descubrió que, dependiendo de la temperatura del líquido, el cuerpo cambia la intensidad de la sudoración, así como la necesidad de la ingesta.
Cabe recalcar que cada estómago tiene sus particularidades, como ocurre con cada persona y con su forma de procesar lo que ingiere.
¿Ocurre lo mismo si en lugar de agua bebemos zumos o refrescos?
En realidad, el mejor líquido que puede tomarse es el agua. Sin embargo, también se puede recurrir a zumos naturales o infusiones caseras, ya que podrían ser una opción saludable para favorecer la hidratación.
Hay que tener en cuenta que decantarse por beber refrescos puede ser la opción más perjudicial para la salud a causa de la gran cantidad de azúcares que estos contienen.
Como conclusión
Como ya se ha comentado antes, lo más recomendable es la ingesta de entre 4 y 6 vasos de agua diarios, pero esto puede variar dependiendo de múltiples factores. En épocas de calor, de hecho, será necesario hidratarse mucho más, puesto que se pierde agua a través de la sudoración.
Igualmente, no se debe olvidar que también es posible obtener este líquido de ciertos alimentos, como por ejemplo, a través de las frutas. El melón, la piña, la sandía, la mandarina o la naranja son solo algunas de las más recomendadas, y, además, pueden alternarse según la época del año.
El debate sobre si es bueno beber agua mientras se come o no sigue todavía en pie, puesto que aún no existen evidencias científicas que finiquiten la cuestión de manera definitiva. De todas formas, lo mejor es ingerir el agua a una temperatura normal, para así evitar hipotéticos contratiempos.
Todo dependerá de cada organismo y de su reacción, según el hábito al que cada cuerpo en particular esté acostumbrado. Ante cualquier duda, es recomendable consultar al médico, especialmente si se sufre de alguna patología relacionada con el sistema renal.