En medio de la incertidumbre sobre el control de la Cámara de Representantes, el Congreso de EEUU retomó la actividad
Luego de que el Partido Demócrata se asegurara la mayoría en el Senado, resta por confirmar quién manejará la Cámara Baja
Ambas cámaras suspendieron su actividad legislativa a finales de septiembre para dar paso a la campaña electoral y las reanudaron hoy sin que haya finalizado el recuento de votos en algunos distritos.
Está previsto que el nuevo Congreso que salga de los comicios inaugure la nueva legislatura el próximo 3 de enero.
Entretanto, aún está pendiente por determinar el control de la Cámara de Representantes, donde quedan 19 escaños sin adjudicar.
Las proyecciones de los medios otorgan a los republicanos 212 de los 435 asientos, a 6 de la mayoría, y 204 a los demócratas; mientras que en el Senado la administración de Joe Biden se aseguró el poder el sábado después de la victoria de la legisladora Catherine Cortez Masto en su distrito de Arizona.
En la Cámara Alta falta aún la segunda vuelta en Georgia el 6 de diciembre entre el conservador Herschel Walker y Raphael Warnock, pero ese duelo ya no decantará la balanza hacia uno u otro lado porque con el resultado de Arizona los demócratas tienen garantizada la mayoría gracias al voto de desempate de la vicepresidenta del país, Kamala Harris.
Los demócratas, que hasta ahora han tenido la mayoría en ambas cámaras, partían con el viento en contra en los comicios porque tradicionalmente el partido en la Casa Blanca se ve penalizado en las urnas, pero consiguieron frenar la “marea roja” republicana augurada por las encuestas y la prensa.
“La población rechazó a los ultraderechistas y envió un mensaje muy sencillo: quiere a gente que apoye la democracia y el derecho de las mujeres a elegir (sobre su cuerpo), a gente que esté deseando tender lazos para hacer lo correcto”, apuntó este lunes en declaraciones a la prensa en el Capitolio el legislador demócrata Wiley Nickel, recién elegido en representación de Carolina del Norte.
Sea cual sea la composición final de la Cámara Baja, añadió Nickel en la jornada de presentación de los nuevos congresistas electos, “estará muy ajustada y va a haber muchas oportunidades de sacar adelante legislación bipartidista”.
A medio plazo el Congreso tiene como prioridad aprobar un nuevo proyecto de ley de gasto que evite el cierre de la Administración pública. El acordado el pasado 30 de septiembre les dio de plazo hasta este próximo 16 de diciembre para que se llegara a un nuevo pacto.
En la agenda del Senado está además la aprobación de un proyecto de ley que proteja el matrimonio homosexual a nivel federal, y sigue pendiente la reforma para dotar de mayores garantías el recuento electoral, al aclarar que el vicepresidente no tiene el poder de revocar los resultados de las presidenciales y dificultar así que los legisladores los cuestionen.
En esta primera sesión tras los comicios se encuentra sobre la mesa en el Senado el voto para aprobar la nominación de Maria del R. Antongiorgi-Jordan como jueza de distrito por Puerto Rico o el debate de 29 proyectos de ley en la Cámara de Representantes, la mayoría relacionada con los veteranos de guerra.
En esa última cámara el republicano Joe Wilson, de Carolina del Sur, dejó claro este lunes que su partido prevé utilizar su posible mayoría para apostar de inmediato por una legislación que refleje su defensa de “una nación segura, una economía fuerte, un futuro basado en la libertad y un Gobierno que rinda cuentas ante la población”.
El control de la Cámara Baja se dirime en 19 circunscripciones electorales, la mayoría en la costa oeste.
Aún se están computando los votos en el mayor distrito de Alaska, en dos de Arizona -donde quedan unos 290.000 sufragios por contar-, diez de California, dos de Colorado, uno en Maine, uno en Nuevo México, uno de Nueva York y uno de Oregón.
Los resultados de algunos de esos estados, como los de costa oeste, están tardando en saberse debido al gran volumen de votos por correo. La mayoría de los estados tienen sistemas para verificar las firmas en las papeletas de sufragios por correo que están retrasando el proceso.