El Tottenham enmudece Marsella
El Marsella tuvo el 2-1 en el minuto 89, pero un gol de Højbjerg en el 95 hizo que los de Conte se clasificaran como líderes de grupo y que el OM no disputara ni Europa League.
No podía tener mejor aliciente el desenlace del Grupo D de la Champions. Cuatro, sí, cuatro equipos inmersos en la pomada y con opciones de pasar a la siguiente fase. Marsella iba a dictar sentencia. En un campo parcialmente vacío por los incidentes ante el Eintracht y con un recibimiento a la altura de una final de Champions, el Velodrome se preparaba para el encuentro más importante del último lustro para el único equipo francés con una Champions en su haber. El fantasma de la Copa de Europa para Conte también entraba en juego.
No hubo especulación. No hubo ni un amago de repliegue y el Marsella fue directo al gol, que es lo que dice su lema, “Droit au but”. Los de Tudor protagonizaron un primer tiempo extraordinario, encerrando al Tottenham, que a su mal primer tiempo le llegó la inesperada lesión de Son, que tuvo dificultades para respirar después de un golpe con Mbemba.
Si el resultado, antes del descuento, iba 0-0 era por Hugo Lloris. El francés protagonizó dos paradas espectaculares, una a Alexis y otra a Veretout, retrasando lo inevitable. Mbemba, en el 47, remató un gran centro de Veretout para poner el 1-0 en el marcador. El Vélodrome explotaba y el Marsella acariciaba los octavos de la Champions.
El fútbol es la definición de crueldad en todos los sentidos. El Marsella rozó la clasificación a los octavos de final de la Champions con una ocasión de Kolasinac en el minuto 87. Antes había empatado Lenglet a balón parado y, justo en el 94, cuando el partido ya estaba decidido, Højbjerg marcó el 1-2 que hizo que el Tottenham se clasificara como líder de grupo y que el OM se despidiera incluso de la Europa League.