El demócrata Mark Kelly se impuso en Arizona y pone a su partido a un escaño de conseguir el control del Senado
Con el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris, los demócratas pueden retener el Congreso si ganan la contienda de Nevada o la segunda vuelta del mes que viene en Georgia. Los republicanos deben ganar ambos comicios para hacerse con la mayoría
Con el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris, los demócratas pueden retener el control del Senado si ganan la contienda de Nevada o la segunda vuelta del mes que viene en Georgia. Los republicanos deben ganar ambos comicios para hacerse con la mayoría.
La contienda de Arizona es una de las pocas que los republicanos tenían como objetivo en su intento de hacerse con el control del Senado, que está dividido al 50%.
Kelly, un ex astronauta de la NASA, está casado con la ex diputada estadounidense Gabby Giffords, que inspiró a la nación con su recuperación de una herida de bala en la cabeza durante un intento de asesinato en 2011 que mató a seis personas e hirió a 13. Kelly y Giffords pasaron a cofundar el grupo de defensa de la seguridad de las armas.
“Ha sido uno de los grandes honores de mi vida servir como senador de Arizona”, dijo Kelly en un comunicado. “Siento mucha humildad por la confianza que nuestro estado ha depositado en mí para continuar este trabajo”.
La victoria de Kelly en unas elecciones especiales de 2020 impulsadas por la muerte del senador republicano John McCain dio a los demócratas los dos escaños del Senado de Arizona por primera vez en 70 años. El cambio fue impulsado por la rápida evolución demográfica del estado y la impopularidad de Trump.
La campaña de Kelly para 2022 se centró en gran medida en su apoyo al derecho al aborto, la protección de la Seguridad Social, la reducción de los precios de los medicamentos y la garantía de un suministro de agua en medio de una sequía, que ha reducido las riberas del río Colorado.
Ante los bajos índices de aprobación Joe Biden, Kelly se distanció del presidente, especialmente en lo relativo a la seguridad fronteriza, y restó importancia a su afiliación demócrata en medio de la angustia por el estado de la economía.
También se presentó como un independiente dispuesto a desafiar a su partido, al estilo de McCain.
El republicano Blake Masters trató de interferir en la imagen de independiente de Kelly, alineándolo con el fracaso de Biden a la hora de asegurar la frontera entre Estados Unidos y México y de frenar la inflación galopante.
Masters se ganó la simpatía de muchos votantes de las primarias del Partido Republicano por su afición a la provocación y al pensamiento contrario. Pidió la privatización de la Seguridad Social, adoptó una postura de línea dura contra el aborto y promovió una teoría racista popular entre los nacionalistas blancos, según la cual los demócratas pretenden utilizar la inmigración para sustituir a los blancos en Estados Unidos.
Se ganó el respaldo de Trump tras afirmar que el ex presidente ganó en el año 2020, pero bajo presión durante un debate el mes pasado, reconoció que no ha visto pruebas de que las elecciones estuvieran amañadas.