COREA DEL SUR 2-GHANA 3 / Ghana sobrevive y deja a Corea con un pie fuera
Partido frenético con acoso y derribo asiático en el tramo final. Cho y Kudus, estelares en un pulso con tres goles de cabeza
Tras la polémica derrota ante Portugal, los ‘Black Stars’ no tenían otra alternativa: ganar o hacer las maletas. Y con absoluta agonía, se impusieron en el partido de la estratosfera. Se jugó más por los aires que por el césped, tres goles de cabeza y el ‘nueve’ Cho como emperador de los cielos. Cómo se disfruta este fútbol que parece del Paleolítico de acoso y derribo final lanzando decenas de balones a la olla. Parece que lo ha desacreditado esta época del tiqui-taca pero es un disfrute. Los coreanos rozaron los 50 centros de ese calibre y el partido fue pura pasión. Cada centro ponía el corazón en un puño a las dos aficiones, con una tropa de rojo montándose sobre la defensa y ésta achicando como podía. Se añadió casi un cuarto de hora y como el árbitro impuso el final antes de un córner, el seleccionador de los asiáticos, Bento se fue enfurecido a por el colegiado y este le mostró cartulina roja.
Fue el colofón a un encuentro trepidante, una locura, puro frenesí. Un pulso entre la anarquía ghanesa, la de muchos jugadores criados en carreteras sin asfaltar y campos polvorientos, y la disciplina militar coreana. Se ven cosas en este equipo como a Kwon Chang-Hoon saludo militar retirarse sustituido y hacer un saludo militar antes de cruzar la línea lateral del campo. O una extraña disposición en un tiro de falta a favor, con dos jugadores con una rodilla en tierra, mientras un defensor ghanés se tumbaba tras la barrera por si había un tiro a ras por debajo de la barrera. Mientras, la afición africana no dejó de bailar, cantar y rezar durante los 90 minutos. Estas citas con tanto contraste de cultura son puro espectáculo.
Frente a la defensa de cinco que puso ante Portugal, esta vez Addo optó por una formación más atacante, con los hermanos Ayew arropando a Iñaki Williams. El problema es que el delantero del Athletic tiene un papel secundario en este equipo, está más para estirar al rival y que André Ayew se lleve los honores que para esas conducciones centelleantes que suele prodigar en San Mamés. Y lo de Corea es curioso: letal en balones colgados en área ajena, unas Ursulinas a la hora de defender el juego aéreo.
Ghana fue fiel a el acento de los equipos del continente pobre en los Mundiales. No vive tanto de las estrellas como tradicionalmente Costa de Marfil o Camerún, por poner dos ejemplos. Compiten con desenfado, sin gran disciplina táctica, al contrario de loa asiáticos. Les encanta saltarse las normas. Otra cosa es la Copa de África, que depara ladrillos considerables. Salisu agarró un balón muerto en el minuto 24 para abrir la cuenta. El balón dio sin querer en la mano a André Ayew, en una acción que en España habría anulado el tanto, pero en esta ocasión el VAR otorgó el premio.
Kudus empezó a hacer diabluras en el estadio Ciudad de la Educación. Se nota que ha criado en la escuela del Ajax. Un centro a la olla permitió peinar a la red. El 0-2 podría ser definitivo en otros escenarios, pero no en este Corea-Ghana llamado a integrar un escenario de benditos disparates. Salió Kang-in y revolucionó el cotarro. Se alió diabólicamente con Cho. ¿Por qué no salieron ambos en el estreno ante Uruguay y porqué tardó tanto bento en poner al mallorquinista?
Cho milita en el Jeonbuk Hyundai Motors y este año ha sido el bota de oro de la competición coreana y el MVP de la Korean FA Cup. Apunta que se ha fijado estas semanas en el juego de Keane para conectar mejor con Son, el compañero del internacional inglés en el Tottenham. ¡Y vaya que si se nota! Con el 0-2 se notó falta de concentración en los ghaneses, que pensaron que estaba todo hecho. Cho metió un doblete para la igualada. Willimas empezó a gritar a sus compañeros para no arrugarse, echarse hacia arriba y “enviádmela a mí”. El lateral izquierdo Jin-Su estaba en todas partes. Kudus pudo sentenciar, antes de que se iniciara una carga final coreana abrasadora. Ghana se mantuvo en pie ante semejante acoso y derribo. Ghana sobrevive y Corea está con un pie fuera de Qatar.