Bale, final desastroso

Su adiós al Mundial sustituido al descanso por unas molestias marca un declive que también fue palpable con Gales.

Aritz Gabilondo
As
Un gol salvador ante EE UU por un penalti provocado por él mismo parecía que podía volver a erigir a Gareth Bale como ídolo galés en este Mundial. Nada más lejos de la realidad. Su discreto partido posterior ante Irán tuvo continuidad con otro todavía más pobre ante Inglaterra en la despedida del torneo.

Bale apenas participó 45 minutos y fue sustituido al descanso, víctima de unos problemas físicos que la han perseguido durante toda la temporada con Los Ángeles FC y que han aparecido también en Qatar. “Físicamente estoy donde quiero”, dijo antes de comenzar, pero la realidad es que su falta de ritmo en la MLS le ha acabado pasando factura.

Con este adiós tan doloroso al Mundial de Gales (1 punto de 9 posibles), el futuro de Bale con la selección se convierte en cuestión de Estado en el país. “No”, fue la respuesta de Bale cuando se le preguntó si el de Inglaterra podía ser su último partido con la selección. Él está dispuesto a seguir, pero esta eliminación invita a una reflexión más profunda sobre lo que más le conviene ahora mismo a dos años del siguiente gran torneo de selecciones, la Eurocopa de 2024.

Tras la derrota contra Inglaterra ha vuelto a confirmar su deseo de seguir en la selección. “Seguiré mientras pueda y me quieran. Es un momento difícil, pero esto no para. En marzo comienza la fase clasificatoria para la Eurocopa y espero estar”, ha explicado el atacante a la BBC. Además, le ha quitado dramatismo a la eliminación del Mundial: “Tenemos que pensar en lo lejos que hemos llegado en un equipo que llevaba mucho sin clasificarse. No hemos cumplido nuestras expectativas, pero sacamos mucha experiencia de esto. Tendríamos que pellizcarnos para darnos cuenta de que hemos estado en una Copa del Mundo, tenemos que darnos cuenta de eso y estar orgullosos. Saldremos del vestuario con la cabeza alta. No podemos arrepentirnos de nada”.

Bale se considera una leyenda en su país. Ha llevado a Gales a dos Eurocopas y un Mundial, y además ha marcado el que supone el primer gol de Gales en un Mundial en casi 70 años. Es decir, su servicio al equipo nacional no ha podido ser mejor. Sin embargo, la llegada a un fútbol de mucho menor nivel como el norteamericano le lleva casi irremediablemente a alejarse de la selección. Sólo él tiene la decisión.

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