AUSTRALIA 1 - DINAMARCA 0 / Leckie hace historia para Australia

Un golazo del extremo oceánico mete a su selección en octavos de final 16 años después y manda para casa a una Dinamarca de los nervios

José María López
As
Mathew Allan Leckie, nacido en Melbourne el 4 de febrero de 1991 y que desempeña su carrera futbolística en el equipo de su ciudad, ha escrito su nombre con letras de oro en el libro de la historia futbolística de Australia. Y en los libros de historia, a secas, porque su gol ante Dinamarca vale un pase a los octavos de final del Mundial 16 años después. Leckie asciende al Olimpo de los Viduka o Kewell y su imagen en las tiendas de recuerdos de su país está condenada a hacerse tan famosa como los peluches de los canguros o los koalas.

Porque tan cierto es que Australia dependía de sí misma como que Dinamarca era la favorita. Y cuando más oscuro estaba todo, no por lo que sucedía en el partido sino porque Túnez marcó a Francia, emergió Leckie. Recuperación en el área australiana, pase filtrado por McGree y carrera en solitario del extremo zurdo desde su propio campo para llegar al área danesa, coger aire, quebrar a Maehle y poner el balón en el fondo de la portería de Schmeichel. Tan fácil, tan difícil.

A Dinamarca, como en el resto del Mundial, le faltó pólvora. Pero en esta ocasión, además, le sobró una ansiedad que por lógica debía hacer acto de presencia si el partido no se desarrollaba como esperaban, pero que apareció sin motivo alguno a la media hora de partido.

Antes, Ryan tuvo que salvar por partida doble a Australia con dos buenas intervenciones, mientras que las llegadas danesas, aunque con escaso éxito, eran constantes. Australia se asomaba tímidamente en ataque pero cuando su rival decidió ponerse de los nervios, optó por aprovecharse de ello.

Tenía Dinamarca media hora por delante para remontar pero lo más parecido a una ocasión en la segunda parte fue un remate acrobático de Dolberg. Souttar se hizo amo y señor del partido y la defensa oceánica se convirtió en un muro infranqueable para una Dinamarca que dimitió muy pronto. Mathew Allan Leckie. Un nombre para la historia de los mundiales.



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