Acné y verano, ¿momento de preocupación o de ajustar rutinas?
Los meses de calor encienden las alarmas de quienes presentan esta afección cutánea, ya que suelen sentir que el cuadro se agrava. ¿El verano potencia estas lesiones? Rutinas, activos y recomendaciones para reducir el acné
“Es una enfermedad que depende de distintos factores y afecta de forma selectiva a las glándulas sebáceas. Se define por un aumento de la producción de sebo, que desarrolla unas lesiones primitivas, los comedones, y lesiones inflamatorias secundarias, que son pápulas, pústulas, nódulos o quistes, dejando en algunos casos graves cicatrices”. Así empezó a explicar consultada por Infobae la médica cirujana estética Johanna Furlan (MN 122.975).
Y si bien aseguró que “las manifestaciones clínicas de cada paciente en concreto están condicionadas por la influencia de factores genéticos y emocionales, y en menor medida, por factores climáticos”, lo cierto es que durante los meses de verano esta condición puede sufrir modificaciones, de la mano de la mayor exposición al sol.
Lucas Ponti es médico dermatólogo (MN 130388) y especialista en dermatología funcional y reconoció que “hay una tendencia a que el acné empeore en el verano o cuando las personas se van de vacaciones a un clima más tropical”.
“Esto sucede porque el aumento de la radiación ultravioleta en la piel genera que la piel se engrose y que aumente la secreción de grasitud -explicó-. Y otro factor que influye es que con el gran calor y la humedad el microbioma de la piel cambia y suceden algunas modificaciones conocidas como disbiosis a partir de las cuales puede desarrollarse Cutibacterium acnes, que es la principal bacteria responsable del acné”, agregó Ponti.
“Durante el verano, las pieles que presentan acné se sienten más oleosas porque la elevada temperatura aumenta la sudoración y puede causar una sensación de mayor irritabilidad”, agregó Natalia Achitte, técnica en Dermatocosmiatría y esteticista corporal, quien sostuvo que “esta enfermedad crónica inflamatoria de la piel afecta principalmente a las pieles grasas por la condición que tienen a la mayor producción de sebo, sin embargo, otros tipos de pieles también pueden presentar acné, pero en estos casos por motivos como uso de cosméticos que tapen los poros, medicamentos, estrés, etc.; por eso, es importante consultar con un profesional que recomiende los productos adecuados para el tipo de piel y su origen”.
El tratamiento personalizado del acné, un pilar fundamental
Según precisó Furlan, “el tratamiento del acné es complejo y se basa en la elección de diferentes tratamientos por parte del médico especialista, de forma individualizada y personalizada para cada paciente, en función de las características de cada piel y la complejidad de la enfermedad. Mientras que las formas leves pueden controlarse con medicación tópica, las moderadas y graves requerirán tratamiento oral”.
“Los cuidados básicos empiezan por una adecuada higiene de la piel, y los cuidados en la aplicación de cosméticos, que, para que sean idóneos en casos de acné, deben ser, siempre, libres de grasa -recomendó-. Es muy importante, asimismo, evitar la manipulación de las lesiones”.
Respecto a los cuidados a los que hace referencia la especialista, la rutina en casa cobra un valor fundamental, por lo que será clave conocer qué ajustes habrá que hacer durante los meses de calor para no empeorar el cuadro ni tirar por la borda los tratamientos realizados durante el invierno.
Qué sucede en el verano en la piel
Debora Kaplan es médica dermatóloga (MN 94872) y señaló que “la exposición al sol puede enmascarar y disimular el acné, ya que tiene efecto antiinflamatorio, pero por otro lado genera mayor engrosamiento de la piel y promueve la aparición de comedones”.
“Es importante utilizar protectores solares adecuados para piel grasa y con tendencia acneica ya que a medida que van desapareciendo las lesiones de acné pueden quedar cicatrices y manchas que empeoran ante la exposición solar -recomendó-. Respecto a la rutina, la limpieza del rostro debe realizarse dos veces al día al igual que el resto del año”.
En opinión de la dermatocosmiatra Paulina Sayd (MN 35.689), “hay que evitar la exposición al sol para que las glándulas sebáceas no secreten sebo de más”. “Suele verse en las personas que tienen acné, que el sol les seca las lesiones, pero lo cierto es que cuando dejan de tomar sol se brotan más -sostuvo-. Además, el sudor es altamente irritante y si hay glándulas sebáceas trabajando, hay más poros dilatados, lo cual genera el cuadro ideal para que la piel se contamine con las bacterias que causan el acné y se provoquen más lesiones”.
“Cuando el acné es pustuloso podría aparentar alguna mejoría ante la exposición al sol, pero suele suceder que el cuadro empeora después de vacaciones”, destacó.
Para ella, durante estos meses “es muy importante la higiene y extremar la limpieza con lociones antibacteriales, además de humectar con lociones y/o emulsiones con vitamina C y nicotinamida y sumar productos específicos como serum equilibrante de la oleosidades y regulador del sebo”.
“No es absolutamente necesario cambiar la rutina -consideró-. Yo suelo indicar cambios productos todo el tiempo porque, si por ejemplo, durante el año la persona usa algo que es para el acné pero puede manchar la piel, durante los meses de más exposición solar sugiero interrumpirlo y cambiarlo por otra cosa”.
Y tras remarcar que “además, la piel se acostumbra y es bueno ir cambiando los activos, o no, según las necesidades de cada persona y la manera en que la persona va respondiendo a los tratamientos y productos que se usan”, Sayd destacó que “el cambio tiene que ver con dar productos que limpien bien, desinfecten, que sean matificantes y no engrasen más la piel y que no contengan ácidos fuertes sino que promuevan una renovación celular suave”.
Achitte es capacitadora profesional de Lidherma y destacó que “como el acné es una enfermedad de la piel, la rutina debe ser indicada por un profesional, y ser acorde a las necesidades de cada persona”.
Y enumeró sus siete consejos clave para el cuidado de la piel con acné en verano:
1- Higiene. Sin dudas la mejor amiga de las pieles con acné. Es importante realizar este paso dos veces al día, por la mañana y por la noche, para controlar la producción de sebo.
2- Hidratación. A pesar de que las pieles con acné tienden a ser grasas y presentan oleosidad, les puede faltar agua, deshidratarse y tener sensación de molestia, picor o tirantez. Por eso los productos hidratantes de texturas livianas y confortables como crema gel, gel, serum, loción, son amigables con estas pieles.
3- Renovadores celulares. Son los grandes aliados para la regeneración de la piel. Estos productos siempre deben ser aplicados de noche y con el asesoramiento previo de un profesional.
4- Nicotinamida. Es el activo infaltable para estas pieles. La nicotinamida es un activo antiseborreico y calmante que actúa en el entorno de los poros y mejora su apariencia. La nicotinamida está especialmente indicada para pieles estresadas e irritadas. Sus beneficios son mayúsculos: ayuda a equilibrar las pieles grasas y mixtas, a mejorar visiblemente la textura y el aspecto de la piel, a refinar y minimizar los poros, además tiene un efecto despigmentante. Es indicado para hombres y mujeres de todas las edades y tipos de piel con signos de estrés cutáneo, poros dilatados y/o manchas.
5- Protector solar. Tiene que considerarse casi un alma gemela para estas pieles. El uso continuo de este producto ayudará a evitar la aparición de manchas causadas por el acné.
6- La alimentación. No es un factor desencadenante, pero puede exacerbar el cuadro preexistente, sobre todo los alimentos ricos en hidratos de carbono.
7- Productos de textura cremosa. Son uno de los enemigos de la piel grasa, ya que su textura puede tapar poros y fomentar la aparición de lesiones.
En este punto, Ponti agregó que “las rutinas deben adaptarse a la estación del año y en los meses de mayor radiación y mayor calor debe intensificarse el uso de protector solar, tener limpiadores más suaves, y utilizar productos llamados microbiota friendly, que ayuden a que esos microorganismos estén más equilibrados”.
“Algo importante a tener en cuenta es la alimentación y los hábitos que podemos incorporar en el verano -sumó el dermatólogo-. Generalmente cuando estamos de vacaciones hay mayor tendencia a comer más ultraprocesados, tener muchas reuniones sociales en las que nos olvidamos de comer vegetales crudos, frutas y tenemos una tendencia a comer menos saludable, por lo que tener siempre presente comer frutas, verduras, tomar agua para tener todo el sistema y la piel hidratado y tener un buen descanso siempre será de gran ayuda para la salud en general y la calidad de la piel en particular”.
Tres tratamientos en gabinete que serán de gran ayuda
1- La médica cirujana Cristina Sciales (MN 66.744) recomendó “un sistema de radiofrecuencia fraccional que funciona tridimensionalmente” con 49 micro agujas crean en la piel micros agujeritos que mejoran la coagulación cutánea por la emisión de la radiofrecuencia que imparte las puntas de las agujas.
“Esto logra estimular el colágeno y la elasticidad de tus tejidos faciales sin causar daño térmico”, explicó, al tiempo que destacó que “es el tratamiento ideal para las marcas y manchas producidas por acné”.
Se realizan una o dos sesiones, con un intervalo de un mes cada una. El efecto se ve a partir de la primera sesión, y se puede realizar en cualquier época dado que no es un tratamiento fotosensible.
2- La médica dermatóloga Irene Bermejo (MN 60.438) recomendó “un láser fraccionado que produce fracciones de micro perforaciones, lo que permite que la piel que recibe esas perforaciones se regenere desde el exterior hacia el interior, mejorándola rápidamente”. “Es excelente para tratar arrugas finas, cicatrices de acné, queratosis actínica, lunares, verrugas, rejuvenecimiento facial, manchas, entre otras”, destacó.
3- Para Furlan, “el láser de CO2 fraccionado es la técnica que permite obtener los mejores resultados en el tratamiento de las cicatrices de acné”. “Este láser permite realizar cientos de microcolumnas de coagulación en el tejido, que van a estimular la reparación y formación de colágeno en la piel dañada, haciendo que mejore notablemente el aspecto de la piel tratada -detalló-. El fraccionamiento del láser permite aumentar la seguridad y la comodidad de la técnica conservando un elevado índice de eficacia”.