Un Real Madrid desnudo
Tras la baja de Benzema, el Madrid deberá visitar Getafe sin el mejor portero del mundo y sin el próximo Balón de Oro. Toca remar con Lunin y Rodrygo.
Es un axioma típico en el fútbol: contar con el mejor portero y con el mejor delantero centro es garantía de éxito. En el caso del Madrid, se cumplió a rajatabla la temporada pasada, pues tanto Benzema como Courtois resultaron capitales en los éxitos blancos.
El portero no acabó como el menos goleado en Liga (recibió 29 goles en 36 partidos; Bono ganó el Zamora con 24 goles en 31 partidos), pero fue vital para sostener al Madrid en varios partidos y para sumar puntos fundamentales; su importancia se elevó especialmente en Champions, con dos actuaciones estelares: en la vuelta de semifinales ante el City, en la que evitó el 0-2 de los de Pep momentos antes de que el Madrid le diese la vuelta al marcador, y en la final ante el Liverpool, con nueve paradas, dos de enorme mérito ante Mané y Salah.
Y tan importante o más fue Benzema con sus goles: hizo 44 en 46 partidos, entre ellos 27 en Liga y 15 en Champions, anotando nada menos que 10 en las fases eliminatorias. No pudo marcar en la final de París, pero sin duda fue la piedra angular de la 14ª. Y con sus méritos viene acumulando premios individuales: ya fue designado mejor jugador para la UEFA y se prevé que el 17 de octubre se llevará el Balón de Oro.
Pero en Getafe se las tendrá que apañar Ancelotti sin ambos, y ya veremos si también en Varsovia ante el Shakhtar, el martes que viene. El objetivo, en cualquier caso, es que los dos puedan estar en el Clásico del domingo 16 en el Santiago Bernabéu ante el Barcelona. El curso pasado el Madrid ya recibió al eterno rival sin Benzema y el resultado fue elocuente: 0-4 para los culés.
Lunin y Rodrygo son la solución
Las opciones para sustituir a ambos están claras. En el caso del portero, no hay otro que Lunin, el segundo meta de la plantilla. En la recámara quedan los canteranos Luis López y Lucas Cañizares. El ucranio, pese a lo afectado que se ha mostrado por el conflicto bélico que vive su país, está cumpliendo, aunque no logra dejar la puerta a cero: encajó un gol ante Osasuna y otro contra el Shakhtar.
Y en el caso de Benzema, el hombre es Rodrygo. En un primer momento Ancelotti se entregó a Hazard, que en Celtic Park jugó bien y anotó un gol, además de dar una asistencia, pero ante el Mallorca falló y apareció el brasileño, que desatascó el duelo ante los bermellones con gol y asistencia y que luego marcó también ante el Atleti y contra el Shakhtar. Lleva cuatro goles y ha sido el jugador que se ha mostrado más eficaz para esa posición. Si finalmente Benzema no está listo o Ancelotti prefiere reservarlo, la punta es para él.
