Un duro informe de la inteligencia británica identifica a la corrupción endémica como la principal causa de los fracasos de Putin en Ucrania
El Ministerio de Defensa británico también reveló que los reservistas del Kremlin llamados a luchar en la guerra probablemente tengan que comprar sus propios chalecos antibalas, y que sus precios se han disparado
El Ministerio de Defensa del Reino Unido también afirmó que “la corrupción endémica y la mala logística” continúan siendo una de las causas de la “mala actuación” de Rusia en Ucrania.
El Ministerio dijo que la cantidad media de equipo personal que Rusia estaba proporcionando a sus reservistas movilizados era “casi con toda seguridad inferior a la ya de por sí pobre provisión de las tropas desplegadas anteriormente”.
“Es probable que muchos reservistas tengan que comprar su propio chaleco antibalas, especialmente el moderno chaleco 6B45, que se supone que es de distribución general para las unidades de combate como parte del programa de equipamiento personal Ratnik”, escribió la cartera de Defensa en su cuenta de Twitter.
El Ministerio dijo que el chaleco se estuvo vendiendo en los sitios de compra en línea rusos por 40.000 rublos (alrededor de 640 dólares), frente a unos 12.000 rublos en abril.
En 2020, las autoridades rusas anunciaron que se habían suministrado 300.000 conjuntos del blindaje Ratnik a sus fuerzas armadas, “suficientes para equipar a las fuerzas actualmente desplegadas en Ucrania”.
Vladimir Putin comenzó el despliegue de sus tropas en Bielorrusia
Los primeros soldados de Rusia de la nueva fuerza militar conjunta con Bielorrusia, anunciada días atrás, llegaron a este país, indicaron el sábado las autoridades bielorrusas.
“Los primeros trenes con soldados rusos que forman la fuerza militar regional llegaron a Bielorrusia”, declaró el ministerio bielorruso de Defensa en un comunicado, sin precisar el número de militares desplegados por Rusia a tal efecto.
El ministerio publicó imágenes que muestran trenes y camiones militares, así como a soldados rusos recibidos por mujeres vestidas con trajes tradicionales con pan y sal en sus manos, una tradición de hospitalidad eslava.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, acusó el martes a Rusia de querer “arrastrar a Bielorrusia a la guerra” y reclamó ante el G7 una misión de observación internacional en la frontera entre su país y su vecino del norte.
Bielorrusia, aliado de Rusia en su conflicto con Ucrania, ya prestó su territorio al ejército ruso para el inicio de su ofensiva en febrero, aunque las fuerzas bielorrusas no han participado hasta el momento en los combates en territorio ucraniano.
La entrada de las fuerzas bielorrusas en el conflicto marcaría una nueva escalada.
Víctor Tumar, representante del Estado Mayor del Ejército bielorruso, anunció la víspera la próxima llegada de los militares rusos, una decisión tomada por ambos países ante el incremento del potencial de la OTAN en las fronteras con Bielorrusia, el rearme de Polonia y los países bálticos.
“La agrupación militar regional de la Unión Estatal es un proyecto estrictamente defensivo”, resaltó Tumar.
La pasada semana, el dictador bielorruso, Alexander Lukashenko, anunció la creación de dicha agrupación con el presidente ruso, Vladímir Putin. “En vista del agravamiento de la situación en las fronteras occidentales de la Unión Estatal acordamos desplegar una agrupación (militar) regional” de ambos países, señaló.
Seguidamente, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió a Minsk que deje de apoyar la “operación militar especial” de Rusia.
Ucrania acusa a Bielorrusia de complicidad en la actual campaña militar rusa al ceder su territorio al Ejército invasor para lanzar ataques en el país vecino.