Rüdiger quiere ser Pepe

Rüdiger le tiene como referente y como el portugués, también dado a las brechas, parte de inicio con un listón a superar...

Carlos Forjanes
As
El referente de Antonio Rüdiger es más que acertado. “Me fijo en Pepe”, dijo el día de su presentación con el Real Madrid. Como le pasó al portugués, el nuevo central madridista ha llegado con cosas por demostrar y cada titularidad es un reto en sí misma. A Pepe, por las reiteradas lesiones que le asolaron al llegar a Chamartín; Rüdiger, porque comparte con Alaba y Militao la tríada de ‘titulares’, con Nacho apretando constantemente. Una situación, además de su propio arrojo, que ha llevado al internacional alemán a no querer perderse el Clásico (jugó con máscara) ni la visita a Elche, sabiendo que era uno de esos partidos que llevan su nombre escrito. Contra el agobiado colista actuó con una especie de vendaje para cubrir la zona dañada (fueron 20 puntos de sutura) y eso que aún tenía parte del ojo izquierdo con los vasos sanguíneos sin recuperar (no le impiden la visión).

El alemán tiene en aquel Pepe también dado a las brechas (en un choque con Casillas contra el Valencia, en agosto de 2012, acabó sangrando y en la UVI...) un ejemplo.

Rüdiger, en una acción en el Martínez Valero.
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Rüdiger, en una acción en el Martínez Valero. Helios de la RubiaGetty

El listón para Rüdiger no es justificar el coste de fichaje, como le sucedió a Pepe con los 30 millones de su traspaso (una cifra récord en el Madrid por un central), sino desbancar en minutos a una pareja consolidada como forman Militao-Alaba que fortificó el doblete Liga-Champions. Un tándem que rueda con la bendición de Ancelotti desde la misma pretemporada, cuando aseguró públicamente que no quería tocar ese aspecto de la defensa blanca.

Pepe recibió una brecha por un codazo contra el Copenhague.
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Pepe recibió una brecha por un codazo contra el Copenhague.Jesus AguileraDIARIO AS

El reparto de minutos está volcado hacia Alaba (1.183′) por su doble función como central y lateral zurdo, pero entre Militao y Rüdiger no hay tanta distancia: 864′ a 808′, gana el brasileño. Una señal inequívoca de que, para Ancelotti, el alemán está en el ‘mix’ junto a la dupla exitosa del año pasado.

No sólo ese estilo bravo y contundente por alto equipara a Rüdiger con Pepe, en sólo cuatro meses en Madrid el internacional teutón está ganándose al madridismo con su carácter extrovertido y carismático, bailes en el vestuario incluidos. No pocos se acuerdan de que la famosa silla de Alaba empezó el camino a la Decimocuarta... y quien sabe si la ceja de Rüdiger en Varsovia puede el símbolo del despegue de un nuevo triunfo europeo del equipo blanco.

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