Racing, y un salto de candidato: superó con mucho esfuerzo a Lanús y mira a todos desde arriba
Con gol de Copetti, se asoma al primer puesto, a la espera de lo que haga Boca el jueves en La Plata
Para La Academia fue una revancha. En la misma cancha donde recibió un golpe que lo dejó en ese shock que provocó las tres eliminaciones consecutivas, consiguió un triunfo que lo pone en una posición de privilegio en la tabla de posiciones. Este plantel se había juramentado pelear el torneo hasta la última fecha después de aquellas frustraciones en las Copas (la de la Liga, la Sudamericana y la Argentina). Este triunfo valida esa promesa, a la espera de lo que ocurra con Boca el jueves en La Plata, y en la última fecha ante River. Con dos puntos de ventaja, la Academia manda en la tabla, en una definición que ya es sólo cosa de dos.
También fue un descargo para este plantel por el modo en que se consiguió el resultado. Tantas veces castigado por superar a los rivales en el juego pero no en el resultado, ante Lanús se dio a la inversa. En un trámite muy flojo, aprovechó la única chance.
A Racing le costó hacer pie en el campo de Lanús. Que el césped estaba más cargado de agua de lo habitual puede servir como aliciente. Pero, durante la primera mitad, la Academia fue un equipo muy distinto al de las últimas dos presentaciones. Más allá de que la pelota corría más lento y de algunas patinadas, al equipo de Fernando Gago pareció pesarle la responsabilidad. Piovi y Miranda, antes de los cinco minutos, ya habían mostrado sus palmas hacia abajo para pedirle calma al equipo.
Lo mejor del triunfo de Racing
El primer tiempo se fue sin tiros al arco para el equipo visitante, aunque Lanús de a ratos parecía complicarse solo entre el arquero De Amores y el zaguero Ortellado. El Grana estuvo más presente en casi todos los sectores de la cancha, dueño de las divididas. En la primera mitad Lanús puso doce veces la pelota en el área, contra apenas tres centros de Racing, que estuvo por demás errático. Si en Arias y Guidi chocaban los extremos de la tabla anual del fútbol argentino, esa diferencia no se notó en los 90 minutos.
Es que, más que al rival, Racing debía superarse a sí mismo. Cinco meses atrás, en este mismo estadio, recibió el inesperado cachetazo de las semifinales ante Boca, por la Copa de la Liga. El destino quiso que en Lanús se juegue la posibilidad de trepar a la punta antes de la última fecha. La responsabilidad pareció pesarle. Aunque el visitante le daba metros y espacio para que los mediocampistas reciban y giren en mitad de la cancha, la Academia no lograba profundizar. Y ni siquiera podía aprovechar los fallos de un rival que vivía una noche especial por la posible despedida de José Sand de La Fortaleza. Quizás el mejor ejemplo sea la última jugada de la primera parte: Racing desplegó el laboratorio de su pelota parada, la conexión entre Moreno, Miranda, Alcaraz y Copetti funcionó sin que ningún jugador granate interviniera, pero el delantero erró el cabezazo.
Gago intentó cambiarle la cara al equipo con dos cambios en el entretiempo. Facundo Mura reemplazó a Pillud y Jonathan Gómez a Alcaraz. Las modificaciones no trajeron soluciones, como tampoco el ingreso de Nicolás Oroz un rato después. Ni siquiera los jugadores experimentados lograban darle algo de aplomo a un Racing atado por los nervios. Un envío largo del arquero De Amores terminó en córner para Lanús luego de una desconexión entre Arias y Mena. El lateral chileno, incluso, vio la quinta amarilla y no formará parte de la definición el próximo domingo ante River.
Cuando al partido le quedaban nueve minutos y parecía que el atardecer en Lanús se volvía de plomo, Rojas encontró un hueco a las espaldas de Pasquini. Puso allí la pelota en cortada. Y Copetti descubrió otro agujero, entre De Amores y el primer palo. Por allí se coló, lenta, la pelota. Por ahí se subió Racing a la punta del torneo. Cuando le falta sólo una fecha en el calendario, la Academia aparece por primera vez en la soledad de la cima de la tabla.
El gol fue mucho más que un alivio para los de Gago. La desesperada corrida de los suplentes Emiliano Insúa y Jonathan Galván para cruzarse la cancha y sumarse al festejo fue una prueba. Los dos centrales terminaron amonestados. Con este grito de Copetti, el delantero chaqueño pasó a ser el delantero que más goles marcó en el año en el fútbol argentino. Su aporte en este sprint final de Racing fue fundamental: cuatro goles en los últimos seis juegos.
Incansable para correr a los defensores y presionar al arquero rival, aprovechó la primera chance que tuvo para marcar el 1 a 0. Una diferencia tan chica en el resultado y en el trámite del partido. Pero enorme en su valor. Tres puntos que dejan a Racing líder, con toda la presión en la espalda de Boca. El campeonato de las mil oportunidades para todos los equipos que dejaron puntos en el camino se resolverá en la última fecha.