Racing chocó con Armani en una tarde inexplicable, en la que el título se quedó a doce pasos

El equipo de Gago tuvo la gran oportunidad de quedarse con la Liga en una definición de locos, pero como le pasó en el semestre pasado, se quedó a las puertas de la consagración

La resolución fue mucho más allá de lo que el guionista más delirante hubiera podido escribir. Cuando la previsible parecía imponerse, con el triunfo de Boca y de Racing, los dos invitados se pusieron de acuerdo para volver electrizante el final. Primero fue Borja, en Avellaneda, el que puso el empate 1 a 1 a los 35 del segundo tiempo. Y enseguida llegó el tanto de Vallejo, que ponía las cosas 2 a 2 en la Ribera. Los hinchas locales ni siquiera sintieron el golpe del empate, porque de repente el título se le aparecía solo a un gol.

La lucha arriba entre Carbonero y Herrera
La lucha arriba entre Carbonero y HerreraFabián Marelli - LA NACIÓN

El último cuarto de hora fue a pura emoción, con el corazón en la mano. Fernando Gago casi se metía dentro del campo para pedirle a sus jugadores que pusieran la pelota al área, que allí estaba el negocio. Efectivamente: Pablo Echavarría pitó penal por un agarrón de Herrera a Sigali. Matías Rojas, el autor del primero, ya no estaba en la cancha. Y ahí se hicieron presente los malos recuerdos desde los doce pasos: el palo de Copetti en el clásico de Avellaneda y el que desvió Vecchio ante Defensa y Justicia. Jonathan Galván agarró la pelota. Armani adivinó la intención del zaguero que llegó al club a mediados de año. Nicolás Oroz tiró por encima el rebote. Y ahí se definió el campeonato.

A doce pasos estuvo la Academia de ser campeón. Pero otra vez se quedó con las manos vacías. Cuando el equipo ya estaba en shock, Borja le clavó otra puñalada. Fue 2 a 1 para River. El último resultado de Marcelo Gallardo, que hizo un gesto revoleando la mano, como diciendo “hablen ahora”. Una extraña manera de cerrar el más exitoso ciclo de la historia: con un triunfo que le dio el campeonato al rival de toda la vida. Si el momento fundacional de esta etapa de gloria millonaria fue la atajada de Marcelo Barovero a Emmanuel Gigliotti desde los doce pasos, la tapada de Armani será recordada por haber sido la que le dio el campeonato a Boca.

Lo mejor del partido

El arquero millonario también tuvo tiempo de taparle un cabezazo a Maxi Romero, en la última jugada del partido. Armani se fue del campo entre insultos y botellazos de los hinchas. En todos estos años que lleva en River se construyó como una auténtica bestia negra para Racing.

Ya desde el arranque la tarde fue una montaña rusa. La primera emoción llegó a las 17:33. Penal en la Bombonera para el visitante. Se levantaron los hinchas con la buena noticia para Independiente. El Cilindro entró en estado de ebullición. Parecía el momento ideal para que el equipo de Fernando Gago asumiera el protagonismo. La efervescencia duró poco. Enseguida llegó el empate xeneize.

Armani se anticipa a Carbonero; el arquero de River fue decisivo para la victoria del equipo de Gallardo
Armani se anticipa a Carbonero; el arquero de River fue decisivo para la victoria del equipo de GallardoMAURO ALFIERI - LA NACIÓN

En el momento en que las tribunas se aplacaban, en esos instantes finales del primer tiempo, la Academia tuvo las tres más claras del primer tiempo: Miranda no pudo empujar el centro atrás de Cabonero, Armani le sacó un cabezazo a quemarropa a Copetti y Alcaraz definió por arriba cuando ya se había sacado a Pinola dentro del área.

Para el segundo tiempo, Racing pareció salir decidido a llevarse el triunfo. En la primera, Johan Carbonero avisó con un remate que dio en el primer palo de Armani. A los 9, Pinola le desarmó todos los nervios al local: se llevó puesto en el área a Copetti, que encaraba hacia el arco. Rojas lo pateó con la convicción necesaria. La ventaja trajo tranquilidad a los hinchas, aunque la calma ya reinaba desde que Sebastián Villa puso en ventaja a Boca en el inicio de la segunda mitad. Gago movió piezas para cuidar esa ventaja. Armó la línea de cinco defensores con el ingreso de Jonathan Galván, cuando al partido le quedaban más de 20 minutos. Como si estuviera en la búsqueda de que ya no pase más nada en el partido. Resultó lo contrario: pasó de todo. En La Boca y en Avellaneda. Aunque la tabla quedó igual que estaba antes del arranque esta última jornada.

Racing y un tropiezo inesperado, justo cuando el título estaba al alcance de la mano
Racing y un tropiezo inesperado, justo cuando el título estaba al alcance de la manoFabián Marelli - LA NACIÓN

En el cierre no hubo silbidos ni aplausos. Sólo silencio. Como si el hincha no pudiera comprender lo que acababa de pasar. Como ya le había pasado en el primer semestre, Racing llegó hasta la puerta de la gloria con argumentos. Le faltó convicción para abrirla.


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