Por fin, Asensio

El balear apunta a titular por primera vez. El Madrid, sin Valverde, Modric y Benzema, será primero de grupo con un empate ante un Leipzig en shock por la muerte de Mateschitz .

Luis Nieto
As
El fútbol siempre te da una oportunidad. Solo necesitas estar convencido de ello”. Ese es el lema de Marco Rose y el Leipzig, esa bundesfranquicia de Red Bull que representa a la ciudad en la que nació el técnico, se la ha dado. Al partido ante el Madrid, después de un mal inicio en Liga y en Champions (derrota 1-4 ante el Shakhtar), el Leipzig llega dependiendo de sí mismo tras superar el trauma de la destitución de Domenico Tedesco, el entrenador que le condujo a la máxima competición. Y es que Rose le ha dado la vuelta al equipo, anímica y tácticamente (sigue el partido de hoy en directo en As.com).

El sábado, el Leipzig fue capaz de empatar un partido, ante el Augsburgo, que perdía por 3-0 en el minuto 72. Fue horas antes del fallecimiento del máximo accionista del club y de Red Bull, Dietrich Mateschitz, un shock para el vestuario. En cualquier caso, ese milagro ha elevado a siete el número de encuentros consecutivos sin perder con Rose, que se hizo cargo del equipo a principios de septiembre, pese a la acumulación de bajas que padece. Ahora empieza a salir del túnel. La estrella del equipo, el francés Nkunku, que se perdió los dos partidos anteriores por una intervención en una muñeca, jugó media hora en Augsburgo. Su concurso es crucial. El año pasado metió 35 goles y ya lleva once en 17 partidos en este curso. También reapareció Dani Olmo, baja durante casi dos meses, y Forsberg ha superado su problema de aductores. Werner, el fichaje estrella del verano, está curado ya de la gripe que le dejó fuera la pasada semana. Halstenberg, con la misma infección, sigue siendo baja, como Klostermann, Laimer y el meta titular, Gulacsi, que se rompió el ligamento cruzado anterior ante el Celtic. Su sustituto será Blaswich, veterano de 31 años criado en la cantera del Mönchengladbach, en cuyo primer equipo nunca llegó a jugar, y que fichó este verano después de cuatro años en el Heracles Almelo. Ha encajado nueve goles en nueve partidos.

Marco Rose se dirige a sus jugadores en vísperas del duelo ante el Madrid.
Marco Rose se dirige a sus jugadores en vísperas del duelo ante el Madrid.MARTIN DIVISEKEFE

Rose es un aventajado discípulo de Jürgen Klopp. En 2002 era el lateral zurdo del Hannover y recibió dos propuestas, del Lübeck y del Mainz de Klopp: “Mi primera idea era aceptar la oferta del Lübeck. Ciudad marítima, buen entrenador, gran nivel de vida… Entonces Jürgen me citó en un hotel. Cuando acabó la conversación ya había renunciado al mar. La capacidad de convencer es lo que le hace especial”. Estuvo seis años a sus órdenes y aprendió a manejar grupos y a captar talentos: “Yo sé mucho de fútbol, pero hay que rodearse de especialistas y dejar que hagan su trabajo. No puedes creer que sabes de todo”.

Con la cabeza en la Champions

Rose aplica al pie de la letra esta filosofía. De hecho, cuando entrenaba en el Salzburgo, fichó a un bloguero, René Maric, experto en análisis tácticos y con una gran comunidad de seguidores. Acabaría siendo su segundo entrenador. “A los jugadores no hay que convencerlos solo por la forma de jugar, sino por todo lo que haces. En un vestuario tiene que haber felicidad, pero también es necesaria la honestidad”, explica.

Rose, hijo de futbolista y nieto de un exinternacional por la República Democrática Alemana (Walter Rose), le ha dado un vuelco táctico al equipo. Acabó con los tres centrales de Tedesco y ahora alterna con éxito el 4-2-3-1 con el 4-4-2. Algunos de los futbolistas que maneja ya estuvieron a sus órdenes en el Salzburgo (Schläger, Haidara, Szoboslai) y eso, al margen del conocimiento de la ciudad, ha facilitado mucho su adaptación. Su fórmula es ambiciosa: “Mover la pelota, mover al oponente, recuperar la posesión lo más rápido que podamos y creer en nuestras posibilidades”. Sólo el Bayern le supera en tenencia de la pelota y en recuperación de balón en campo adversario. Así que la estadística le da la razón. La clasificación (es octavo), no.

Lucas Vázquez y Nacho, que pueden ser titulares hoy, junto a Vinicius en Leipzig.
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Lucas Vázquez y Nacho, que pueden ser titulares hoy, junto a Vinicius en Leipzig.JAVIER GANDULDIARIO AS

El sábado reservó de salida a jugadores importantes (Simakan, Haidara, Nkunku, Dani Olmo) porque la Champions es prioridad. Cuando salieron, el equipo llegó al empate (el Augsburgo se había quedado con diez) con goles de André Silva, ex del Sevilla, Nkunku y Hugo Novoa, el otro español de la plantilla. Hoy pondrá a los mejores para no verse obligado a ganar al Shakhtar en Varsovia en la última jornada.

Rotación blanca

Las cuentas del Madrid son más sencillas: con un punto es primero de grupo. Y si no lo consigue, tendrá opción de corregirse en la última jornada ante el colista Celtic. Una situación idónea para un cambio de guardia después de disputar siete partidos en veinte días. Con el paso de las horas, además de Benzema (ya se ha perdido seis partidos por lesión, los mismos que en toda la temporada pasada), se han ido cayendo Valverde, tocado ante el Sevilla, y Modric, con molestias en los aductores. Así que se abre la puerta a la primera titularidad de Asensio después de 16 partidos. El balear ha jugado hasta ahora once ratitos. El más largo, de 26 minutos, ante el Leipzig en el Bernabéu. Sobre el césped solo ha estado 127′. El curso pasado entró 23 veces en la alineación inicial, dato que revela una pérdida de protagonismo notable a menos de un mes del Mundial. El sábado, ante el Sevilla, un pase suyo sacó del apuro al Madrid y hoy podría formar frente de ataque con Rodrygo y Vinicius.

Lucas Vázquez, Nacho, Rüdiger y Camavinga también aspiran a colarse en el once y Hazard podría tener minutos, aunque la fe de Ancelotti ha ido apagándose mucho con él. Ese asunto sigue pendiente.

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