Oblak vuelve a salvar puntos

El meta dejó dos grandes manos ante el Girona para mantener el 2-1. En Brujas también había mantenido al equipo en el partido. Ha empezado el curso a su mejor versión.

Sergio Picos
As
En manos de Oblak. Así quedó el Atlético tras el gol de Riquelme que ajustaba el marcador ante el Girona y sembraba el pánico entre los jugadores rojiblancos. Mantener el botín de los dos tantos de Correa se convirtió en la única prioridad y el miedo a perderlo llevó a meterse atrás y no ser capaces ni de sostener el balón ni salir a la contra.

El equipo de Míchel se volcó en busca del empate y si el poderío aéreo de Savic y Giménez cercó el área, meterse tan atrás permitió a un llegador como Aleix García probar con disparos lejanos la meta. Hasta el tanto de Riquelme, Oblak había vivido un partido bastante plácido, sin tener que apenas participar. Pero, tras ese chut del canterano atlético, cuyo toque en Giménez complicó por completo su trayectoria, el esloveno pasó de cero a cien en minutos. Lluvia de centros, llegadas, intentonas y especialmente chuts desde fuera buscando la escuadra.

Dos golpeos casi perfectos de Aleix García que se toparon con la mano izquierda salvadora de Oblak, que en la primera ocasión tuvo que agradecer también a la madera su colaboración. Si el segundo capitán del Atlético mostró la temporada pasada una versión más dubitativa, desde el inicio del verano (y renovado hasta 2028) ha venido dejando claro que vuelve a estar recuperando su mejor nivel. Eso sí, ha tenido que hacer frente a varios contratiempos. Un golpe de Reinildo en San Sebastián le obligó a salir sustituido y, tras forzar contra el Oporto, también quedó fuera de combate ante Celta y Leverkusen; además, se enfrenta a unas facilidades defensivas ante las que poco puede hacer el guardameta.

En total, Oblak ha encajado nueve goles en nueve partidos disputados, dejando la puerta a cero en tres de ellos. Contra el Brujas volvió a sufrir la inoperancia de la zaga, que en las dos últimas temporadas ha dado muchas más facilidades que en las ocho anteriores. Jutglà se coló por el área con una facilidad pasmosa para poner el pase de la muerte a Kamal Sowah. En la segunda mitad, el delantero español recogió un balón suelto en el área tras un rebote en Witsel para ampliar la ventaja de los belgas. Algo que podía haber ocurrido minutos antes, cuando Oblak dejó una intervención fantástica para evitar el tanto del propio Jutglà. Tres disparos a puerta y dos goles, como había ocurrido en el derbi. Pero, chuts ante los que ningún portero puede actuar. Corregir esas desconexiones defensivas es el gran reto para Simeone, que sabe que vuelve a tener a Oblak en su mejor versión bajo palos. Un portero que, ante el Girona, volvió a salvar puntos.

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