Ni el muro de Mourinho puede con el Nápoles
Undécima victoria seguida para el equipo de Spalletti, que batió a la Roma gracias a un golazo de Osimhen en la segunda parte y sigue liderando el Calcio.
Mourinho, como en ambos choques del curso pasado, logró anular casi totalmente el juego de los azzurri en la primera parte. El portugués optó por quedarse atrás, buscando la pelota con una presión muy agresiva, hombre a hombre, y construyendo una jaula en torno a Kvaratskhelia, que dejó algún detalle de los suyos, pero fue casi inofensivo.
Los giallorossi intentaban hacer daño con la rapidez de Zaniolo, muy activo en ambas fases (y fundamental para neutralizar al georgiano), pero llegaron al descanso sin rematar ni una vez a puerta.
Los sureños, en cambio, crecieron con el paso de los minutos, dándole un par de sustos a Mou antes del 45′. El más importante llegó tras una buena jugada colectiva que llevó a Ndombele ante Rui Patrício. El mediocampista cayó en el contacto con el portero y el árbitro concedió la pena máxima. Tras revisar las imágenes del VAR, no obstante, el trencilla canceló su decisión tras haberse dado cuenta de que el guardameta tocó el esférico antes de su rival.
La segunda parte comenzó coherente con este guion. Los romanisti ya no tenían la misma energía para su presión y empezaron a dejar más espacios a los partenopei, que no supieron aprovecharlos. Rui Patrício anuló un buen disparo de Lozano y Osimhen, después, desperdició un mano a mano con el portero a pase del mexicano, chutando fuera. El nigeriano, a pesar del error, estaba siendo uno de los mejores entre los suyos, y se reivindicó poco después.
El punta recibió un pase vertical de Politano, se deshizo de Smalling con fuerza y rapidez y, casi sin ángulo, se sacó de la chistera un derechazo imparable que valió la victoria.
Quedaba, descuento incluido, un cuarto de hora, pero la Roma tenía fuerzas más para protestar con el árbitro (Mou fue amonestado, un miembro de su cuerpo técnico fue expulsado, y Karsdorp se encaró con el árbitro tras el pitido final) que para reaccionar en el verde. El Nápoles, ya muy tranquilo, se llevó los tres puntos sin sobresaltos. Y sigue ahí arriba.