Nápoli abatió al Rangers con doblete de Simeone

El punta marcó dos goles ante el Rangers: él y su padre son los únicos argentinos que anotaron cuatro tantos en sus primeras cuatro presencias de Champions. El Nápoles sigue imparable.

Mirko Calemme
As
“Titular o cinco minutos no cambian nada para mí. Cuando no juego, disfruto de este equipo”. Las palabras de Gio Simeone son música para los oídos de Luciano Spalletti, que le dejó en el banquillo durante tres partidos a pesar de un rendimiento excepcional, y decidió volver a apostar por él esta noche, ante el Rangers. El delantero respondió a su manera: con garra, intensidad, y un doblete gracias al que igualó un récord. A partir de hoy es el segundo argentino capaz de marcar cuatro goles en sus primeras cuatro presencias de Champions. El primero fue Diego Pablo Simeone, su papá. Tras la historia de su tatuaje en el antebrazo, llega otra cuestión de destino.

Gio en este curso suma ya seis tantos en 10 partidos y, sobre todo, apenas 367 minutos en el verde. El Cholito está siendo una máquina y su puntería sirvió para sentenciar el encuentro con los de Van Bronckhorst rápidamente y encadenar así 12 victorias seguidas. Era desde hace 18 años, cuando lo consiguió la Juve, que un conjunto italiano no comenzaba una Champions con cinco triunfos.

El Nápoles de Spalletti supo hacerlo con una identidad clara, ofensiva e inmutable también con las rotaciones. El técnico dejó en el banquillo a Olivera, Juan Jesus, Zielinski, Kvaratskhelia, Anguissa y Osimhen, pero su once dominó el encuentro sin apuros. Simeone abrió la lata en el 11′, controlando en el área un pase largo de Di Lorenzo y batiendo a McGregor con un derechazo cruzado.

El punta, en el 16′, aumentó la ventaja con un espectacular testarazo, esta vez con un centro desde el otro costado, de Mario Rui. Su noche inolvidable solo tuvo un lunar, las noticias que llegaban desde el Metropolitano. La cara que puso al ver el resultado le delató.

Después de los goles, los azzurri (que golpearon el larguero con un latigazo de Ndombelé, que sigue creciendo), gestionaron el marcador sin acelerar y el 3-0, merecido, llegó solo en el 80′ con un gran cabezazo de Ostigard en un córner.

Cinco jornadas, cinco victorias, 20 goles a favor, cuatro en contra: la aventura de este Nápoles en la Champions está siendo un sueño sin antecedentes. Para completar una fase de grupos legendaria con el liderato, solo hará falta evitar perder en Liverpool encajando más de tres goles. El de Anfield será un partidazo.

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