Los jugadores que potenció Gallardo en su ciclo
Fueron muchos los futbolistas que cambiaron cuestionamientos por aplausos bajo la conducción del Muñeco. A continuación, los casos más emblemáticos.
Después de haber tenido un buen nivel en la Primera B Nacional 2011/2012, el uruguayo no logró sostenerlo en Primera División ni con Matías Almeyda ni con Ramón Díaz. Por eso, este último optó por dejarlo ir a préstamo al Puebla y así liberar un cupo de extranjero.
Tras un año, el Pato retornó de México y el banco ya lo ocupaba Marcelo Gallardo, quien le dio un rol protagónico en el equipo que obtuvo la Copa Sudamericana 2014. Sin embargo, su pico de rendimiento llegó en la Libertadores 2015: con la número 8 en la espalda, fue uno de los máximos anotadores del Millonario en el certamen. Entre sus goles clave figuran los penales contra Boca en octavos de final y Tigres en la final, además del que le hizo a Cruzeiro en la noche histórica de Belo Horizonte.
Se marchó a comienzos de 2016, después de haber disputado el Mundial de Clubes, cuando ya había quedado en el corazón de los riverplatenses.
Sebastián Driussi
El Gordo había debutado con Ramón Díaz, pero no había tenido demasiada continuidad. Gallardo intentó darle rodaje y no rindió como se esperaba en la posición de volante, por lo que quedó algo relegado. Pese a eso, el Muñeco lo esperó y en la segunda mitad de 2016 obtuvo sus dividendos.
El juvenil de San Justo explotó en la delantera que compartió con Lucas Alario y confirmó su curva ascendente con goles en dos Superclásicos consecutivos en el Monumental y en La Bombonera. Fue transferido al Zenit a mediados de 2017, en la segunda operación más cara de la historia del club.
Gonzalo Martínez
Quizás el caso más emblemático de la gestión. El Pity, de quien siempre estuvieron claras sus cualidades, llegó en 2015 desde Huracán y durante casi dos años tuvo dificultades para adaptarse al Millonario por su intermitencia y su falta de confianza en sí mismo. El DT no sólo lo bancó, sino que le dio la número 10 y le pidió a la gente que le tenga paciencia hasta que respondió.
Cuando en 2017 fue figura en el triunfo 3-1 en La Boca, consiguió el impulso anímico que le faltaba. En 2018, Martínez se terminó de consagrar con una Copa Libertadores para el recuerdo, en la que se hizo cargo de un penal muy caliente en Porto Alegre y liquidó la final en Madrid con una corrida memorable que lo erigió para la eternidad como un verdugo del rival de toda la vida.
En busca de un mejor horizonte económico, partió hacia el Atlanta United de la MLS a comienzos de 2019. Desde entonces, en Núñez lo esperan todos los días.
Milton Casco
Cuando llegó desde Newell's, al lateral izquierdo le costó mucho hacer pie. A la sombra de Lionel Vangioni, tuvo un flojo 2016 y en 2017 Gallardo decidió ir en busca de un futbolista para su puesto: Marcelo Saracchi, quien estuvo a la altura y fue el titular hasta mediados de 2018.
Una vez que el juvenil uruguayo emigró al fútbol alemán, pese a los pedidos desesperados de los hinchas de ir en busca de un reemplazante, el entrenador volvió a inclinarse por Casco. Y el tiempo volvió a darle la razón.
La disciplina táctica y la técnica depurada de Milton quedaron en evidencia en las instancias decisivas de una Copa Libertadores en la que cada pieza del equipo se metió en la historia grande de la institución.
Gonzalo Montiel
El actual lateral derecho titular de River llegó a Primera División como marcador central de la mano de Gallardo, pero en sus inicios no la tuvo fácil. Una expulsión infantil en Sarandí en 2016 que le costó al Millonario un empate en un partido que tenía controlado contra Arsenal hizo que el entrenador lo marginara por un buen tiempo.
Con la lección ya aprendida, volvió a sumar rodaje y se ganó la titularidad de manera definitiva en la segunda mitad de 2017, a partir de las sucesivas lesiones y la merma en el rendimiento de Jorge Moreira. Un año después, mucho más familiarizado con su nuevo puesto y con la plena confianza del entrenador, fue una pieza muy importante del campeón de América que venció en la histórica final a Boca en el Santiago Bernabéu. Hoy es uno de los referentes del plantel.
Lucas Martínez Quarta
Desde sus inicios mostró grandes condiciones técnicas, pero le faltaba madurez y cometía algunos errores conceptuales. De la mano del DT y jugando al lado de experimentados futbolistas como Jonatan Maidana y Javier Pinola, aprendió todos los secretos del puesto.
Gallardo lo esperó después de su prolongada inactividad por el doping positivo en 2017 y lo incluyó como titular en la final de la Copa Libertadores 2018 en La Bombonera. En 2019 se ganó un puesto de manera definitiva y terminó emigrando un año más tarde a la Fiorentina.
Exequiel Palacios
El Muñeco lo hizo debutar en 2015 con apenas 17 años, pero luego decidió dejarlo madurar y llevarlo de a poco. Recién en 2017 volvió a concentrarlo con asiduidad y a darle algunos minutos, hasta que en 2018 se ganó la titularidad por mérito propio.
El tucumano había mostrado destellos de sus enormes condiciones, pero en la serie de octavos de final de la Copa Libertadores contra Racing terminó de deslumbrar a propios y ajenos. Su lugar en el equipo pasó a ser indiscutido y el DT se lo respetó incluso después de una lesión que lo alejó un par de meses de las canchas en 2019.
Con poco más de 20 años, fue convocado para la Selección Argentina, pasó al Bayer Leverkusen y se convirtió en un irreemplazable cuando emigró.
Rafael Borré
El colombiano llegó al Monumental casi como una apuesta: era un jugador desconocido en el ámbito del fútbol argentino y su nombre sorprendió a punto tal que en principio todos los hinchas lo miraron de reojo.
Para colmo, desacostumbrado al roce y algo impreciso en la definición, su 2017 no lo ayudó a ganarse al exigente público riverplatense. Pero el 2018 comenzó distinto: un gol ante Boca en un amistoso en Mar del Plata dio paso a un Borré con la confianza renovada.
Mucho más incisivo en la presión y propenso al choque constante con los defensores rivales, Gallardo lo moldeó para convertirlo en un futbolista del estilo que necesitaba. Con ese envión anímico, les marcó goles a Racing, Independiente y Gremio en la Copa Libertadores. Es el máximo anotador del ciclo del Muñeco.
Nicolás De La Cruz
Significó una costosa inversión para River y llegó sin demasiados pergaminos, procedente del Liverpool uruguayo. En 2017 y 2018 apenas mostró destellos de su explosión, pero no tuvo continuidad y se lo veía muy confundido en la toma de decisiones.
Ya en 2019, tras la salida del Pity Martínez, se hizo de un lugar en el equipo titular y fue pieza clave del Millonario que llegó a la final de la Copa Libertadores. Aportó cambio de ritmo, habilidad y goles importantes, como el que le anotó a Cerro Porteño en Paraguay, por los cuartos de final.
Luego del año de su despegue, se lo vinculó al Manchester City y a otros importantes clubes europeos, pero pudieron retenerlo en Núñez y siguió demostrando su jerarquía, incluso adaptando su juego para aportar más sacrificio en la recuperación.
Ignacio Fernández
Nacho llegó en 2016 como una de las tantas apuestas de Gallardo. Un futbolista de buen pie, con criterio para generar juego y llegada al área.
El entrenador lo fue adaptando a su estilo, le añadió sacrificio, le dio un rol central en la creación y, con el transcurrir de los años, se transformó en gran figura y referente.
En 2021 se marchó al Atlético Mineiro, de Brasil, para hacer su primera experiencia fuera del país.
Julián Álvarez
El del atacante que debutó en 2018 quizás sea uno de los casos más emblemáticos de la evolución de un futbolista en base a la paciencia y la confianza de un entrenador. El Muñeco vio en él un gran potencial cuando todavía era un chico y lo llevó despacio hasta convertirlo en el mejor jugador del fútbol argentino.Después de unos años sumando minutos a cuentagotas y a la sombra de otros delanteros de mayor experiencia, el Araña empezó a ganarse su lugar en 2020, a la vuelta de la pandemia, con interesantes apariciones en la Copa Libertadores.
Pero fue en 2021 cuando terminó de dar el salto, incluso habiendo superado la frustración de fallar un penal en la serie de Copa Argentina contra Boca en La Plata. A sus inmensas aptitudes físicas y técnicas, Julián les sumó convicción y carácter para transformarse en un goleador completo.El doblete en el Superclásico de la Liga Profesional marcó un nuevo punto de inflexión en una curva ascendente que lo llevó a ser el máximo anotador en ese título que obtuvo el Millonario, a ser convocado como una fija por Lionel Scaloni para la Selección Argentina y finalmente a que Pep Guardiola decida llevarlo al Manchester City.
Enzo Fernández
Aunque había hecho su presentación en 2020, el DT había optado por mandarlo a préstamo a Defensa y Justicia. Allí hizo sus primeras armas en la alta competencia y consiguió tanto la Copa Sudamericana como la Recopa.En un momento determinado, fue el propio Gallardo el que clamó y luchó por su regreso anticipado, ya que notaba en él un punto de maduración justo para darle un salto de jerarquía al equipo. Fanático riverplatense, Fernández no dudó y presionó para volver a Núñez.
Le costó algunos meses la adaptación a la exigencia con la Banda Roja, pero a partir de que se aseguró la titularidad fue un todoterreno irreemplazable en la mitad de la cancha. Además, fue uno de los pocos que se fueron cedidos y lograron encajar tras su retorno.
Desde el tramo final de la Liga Profesional de Fútbol 2021 hasta mediados de 2022, Enzo fue la gran figura y, tras la eliminación en la Copa Libertadores, se marchó al Benfica a cambio de 18 millones de euros.