Las escalofriantes cifras sobre las protestas en Iran: 200 muertos y más de 5.500 arrestados en sólo 20 días
De acuerdo con el reciente informe de Human Rights Activists, los reclamos que se generaron tras la muerte de la joven Mahsa Amini desataron una respuesta del régimen que provocó una ola de violencia en las calles de todo el país nunca antes vista
InfobaeLas calles en Irán llevan casi un mes tomadas. Tras la muerte de Mahsa Amini, el pasado 16 de septiembre, la sociedad ha decidido poner un límite a las exigencias y a las arcaicas medidas impuestas por el estado islámico.
Sin embargo, para hacer frente a estas revueltas que, según el presidente Ebrahim Raisi son “disturbios” que atentan contra el orden social interno, se desplegó un fuerte operativo policial que utilizó todos los medios a su alcance para sofocar a estos grupos.
El uso de armas de fuego, gases lacrimógenos y pistolas taser escaló rápidamente la violencia en las protestas, por lo que, según un reporte difundido por la agencia de noticias de Human Rights Activists local, 200 personas fueron asesinadas durante los primeros 20 días de los incidentes -del 17 de septiembre al 5 de octubre-. Entre ellas, el estudio identificó a 18 niños y adolescentes.
Asimismo, el documento de 209 páginas da cuenta de 5.500 detenidos, de los cuales 123 son estudiantes y 36 activistas o periodistas. Por su parte, el régimen anunció que 60 ya fueron procesados a raíz de una nueva disposición de los fiscales por medio de la cual se prometió un proceso de justicia rápida para estos “alborotadores”.
Estos números dan cuenta de la brutal situación que se vive en el país y que la diferencia de otras revueltas registradas en el pasado. En esta oportunidad, el eje de los reclamos no está centrado en cuestiones económicas sino que, por el contrario, se trata de una lucha política y en pos de hacer respetar los derechos humanos.
Inclusive, es una lucha que va más allá de sólo los intereses de las mujeres -quienes se ven oprimidas por leyes arcaicas y misóginas que las obligan a vestir un velo y no les permite llevar su cuerpo al descubierto, entre otras-. Por el contrario, se extiende a un grupo más amplio de personas, sin distinciones de clase social, edad o religión, entre ellas los kurdos y suníes, que son considerados grupos oprimidos, víctimas de todo tipo de discriminación -y a los cuales pertenecía Amini-.
A estas voces se sumaron las de los jóvenes -con un promedio de 15 años de edad- y cuyo rol fue fundamental. Las redes sociales fueron uno de los medios de comunicación que más ayudó a mostrarle al mundo lo que allí ocurría. Así, el hashtag creado tras la muerte de Amini alcanzó más de 300 millones de tweets y rompió un récord al convertirse en el primero en la plataforma en alcanzar esa cifra.
Estas protestas continuas son, sin dudas, las más largas que se han vivido en la República Islámica. El revuelo que generó obligó a las escuelas y universidades a cesar sus actividades o realizarlas de manera virtual e, inclusive, se logró una gran convocatoria de diversos rubros de la sociedad que decretaron huelgas en señal de apoyo. El más reciente caso fue el de un grupo de abogados que tomó las calles y terminó en un intenso enfrentamiento con la policía que incluyó el uso de gas lacrimógeno.
Pero las calles no fueron el único escenario de enfrentamiento, ni la violencia física el único arma utilizada. El régimen se vio obligado a utilizar otros mecanismos para silenciar estas voces. Propio de un mundo hiperconectado en el siglo XXI, debió recurrir a cortes de Internet a fin de evitar la propagación de fotos, videos e información y de evitar ciberataques.
Muchos sitios web del gobierno fueron hackeados e, inclusive, los opositores al régimen lograron interferir en la señal de un canal de televisión durante un discurso del líder supremo, el ayatollah Ali Khamenei. La programación fue interrumpida por una imagen donde se leía la frase “tus manos están llenas de sangre de nuestros jóvenes” acompañada de una foto del dictador rodeado de llamas, con una mira de un fusil sobre su frente.
Las cifras y las imágenes recorren el mundo cada día y no dejan de conmover a las personas. Mujeres de todos los países, celebrities y personalidades de todos los rubros han brindado su apoyo y su exposición para tomar conciencia de esta lucha que, después de todo, solo busca el respeto por los derechos humanos.