Kroos se lo gana

El alemán mantiene esta temporada el gran nivel del curso pasado. Acaba contrato en junio y aún no ha desvelado si seguirá en el Real Madrid.

Manu de Juan
As
El Clásico del Santiago Bernabéu en el que el Real Madrid dio un golpe sobre la mesa, venciendo 3-1 y distanciando al Barcelona a tres puntos (más la ventaja en el ‘goal-average’ momentáneo), tuvo varios rostros: el de Benzema, anotando el 1-0 en la previa a recibir su Balón de Oro; el de Valverde, que volvió a soltar la diestra para anotar con un misil el segundo; el de Rodrygo, que con actuaciones así desde el banquillo se gana no volver a visitarlo; y el de Kroos, motor blanco con una actuación portentosa con balón (lo habitual) y sin él.

El propio Ancelotti lo ensalzó; no es tan común ver a Kroos brillando en la recuperación y la cobertura, una función que solía ser cosa de Casemiro y Modric en mayor medida y que ahora recae especialmente en Tchouameni. “Ha sido muy fuerte en defensa, algo que antes le costaba más por sus características...”, comentó el técnico en rueda de prensa. Los datos le apoyan: recuperó seis balones, el que más de la medular madridista, y tomó más riesgo de lo habitual con el esférico (89%, 49 buenos de 55). En una de esas acciones catalizó el 1-0: arrancada y conducción larga y pase filtrado a Vinicius; del rechace tras el remate del brasileño nacería el tanto inicial de Benzema.

No se ha estrenado aún Kroos en la faceta goleadora este curso, pero sigue asistiendo con asiduidad (lleva tres) y la rotación de Ancelotti, unida a su renuncia a la selección alemana que le da tiempo para descansar cuando muchos de sus compañeros siguen cargándose de minutos, le permite llegar pletórico a los partidos de alta exigencia. A sus 32 años (serán 33 en enero), la edad no hace mella. Pero, por paradójico que resulte, su futuro en el Real Madrid no está ni mucho menos asegurado.

El alemán finaliza su contrato con los blancos en junio de 2023, es decir, en poco más de medio año. Renovó hasta esa fecha en mayo de 2019 y no ha vuelto a haber noticias de una eventual prolongación de contrato. Y no por falta de interés del Real Madrid, que aprecia no sólo las virtudes futbolísticas del alemán, sino también su actitud: ha sido modélico dentro y fuera del campo y no ha creado ninguna tensión en las ventanas de mercado. A eso se suma que su llegada ya fue un regalo de por sí: aterrizó por sólo 25 millones en 2014 para ocupar la plaza de Xabi Alonso.

Si no hay renovación de momento, es porque Kroos se lo sigue pensando. Eso sí, si no sigue no será para irse a una liga menor (Estados Unidos o algún país árabe) a llenar la caja; quiere que su punto y final sea de blanco. “Creo que el año 2023 es muy adecuado, tendré 33 años. Decidiré si renovar o no, y si lo hago por una temporada o por dos, eso todavía está abierto. Pero estoy absolutamente seguro de que me retiraré en el Real Madrid”, explicaba en verano de 2021.

Modric, el ejemplo para Kroos

El Real Madrid ya ha iniciado el relevo generacional en el medio, con jugadores como Tchouameni (22 años), Valverde (24) o Camavinga (19). Pero será un cambio gradual y basado en el rendimiento del momento, no en prejuicios sobre la edad, como ya ha demostrado de sobra Modric: renovó con 35 años y lo volvió a hacer con 36; ahora cuenta con 37 y el verano que viene estará al borde de los 38, pero en el Madrid tienen claro que, si mantiene el nivel, tendrá una oferta encima de la mesa para seguir.

Y en el caso de Kroos aplica la misma lógica. El propio Ancelotti lo deja claro siempre que le preguntan, y lo hicieron tras el Clásico en el que el alemán dejó claro que si no sigue en el Madrid, no será por falta de carrete: “Sabe perfectamente lo que pensamos todos; yo, sus compañeros, el club... No necesitamos empujarlo a nada. Es un profesional y le gusta tanto el Madrid que, decida lo que decida, estaremos contentos”.

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