Hay vida sin Courtois
No se perdía partidos por lesión, con el Madrid, desde principios de 2019. Era una incógnita si el Madrid podía respirar sin él... y Lunin la ha despejado. El ucraniano, notable
Porque el monopolio de Courtois, hasta este acontecimiento, había sido mayúsculo. Algo incluso digno de Expediente X. No se perdía un partido por lesión desde principios de 2019, cuando una tendinosis en el recto femoral derecho le hizo ausentarse de cinco. Los jugó Keylor Navas. El tico se marchó ese verano y desde entonces, los porteros suplentes del Real Madrid han sido casi translúcidos. El mejor ejemplo de esta tesis es el propio Lunin: llegó el 22 de junio de 2018 y tuvo que esperar 1.416 días para jugar un partido de Liga. Aunque bien es cierto que la marea de la Copa no le acompañó, con eliminaciones precoces.
Hasta esta temporada había jugado cinco con el Madrid: tres de Copa y dos de Liga. Nada de regularidad. Pero con la lesión de Courtois se le abrió una puerta y la está aprovechando. Lleva cinco titularidades consecutivas; la última, en el Clásico del Bernabéu, donde no logró dejar la portería a cero -era imposible evitar el remate de Ferran-, pero cuajó un gran partido. Seguro en los blocajes y derrochando autoridad desde atrás. Ni rastro de nervios o vértigo. Aunque su partido más brillante lo cuajó en Varsovia, frenando al Shakhtar con varias paradas de mérito.
Dilema 2023
Ha disipado la duda: si alguna vez no está Courtois, hay portero. Tranquilizando a todos, desde sus compañeros hasta sus aficionados. El regreso del de Bree parece cada vez más cerca, pues ya se está ejercitando con el grupo, pero a expensas de saber la fecha exacta de su vuelta, él seguirá gozando de oportunidades. Este verano se le abrirá un dilema: tiene contrato hasta junio de 2024, por lo que deberá tener una conversación con el Real Madrid para decidir si este es ampliado, o si prefiere salir. Esta charla ya existió el pasado verano y el club en todo momento le transmitió que si quería marcharse, lo entendía. Pero Lunin optó por seguir. Pese a tener -prácticamente- imposible ser titular, es feliz en Madrid. Y en el Real Madrid.