Giorgia Meloni juró como primera ministra de Italia tras una carrera de más de tres décadas
La creación del nuevo Gobierno se da en medio de los fuertes cruces entre la nueva mandataria y Silvio Berlusconi por la posición sobre la guerra en Ucrania, la conformación del Gabinete y las críticas del cuatro veces premier al estilo de conducción de su aliada. Es la primera mujer en ocupar el cargo en el país
Tras aceptar el encargo, Meloni dio a conocer la lista de ministros que la acompañarán, con dos figuras fuertes como vicepremiers: el miembro de Fuerza Italia Antonio Tajani, que será también canciller, y el líder de la Liga, Salvini, que será además ministro de la Infraestructura.
La Liga, segunda fuerza más votada dentro de la coalición, tendrá de todos modos como ministro de Economía y Finanzas al actual titular de Desarrollo Económico Giancarlo Giorgetti, considerado el máximo exponente del ala moderada del partido.
El nuevo gabinete, de 24 ministerios, tendrá además como novedades una cartera dedicada a “Empresas y Made in Italy”; una para “Mar y Sur” y otra para “Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades”.
También se destaca la designación de la hasta la semana pasada presidenta del Senado Maria Elisabetta Alberti Casellati como ministra para las reformas institucionales, así como la incorporación del tema “Soberanía Alimentaria” dentro de la denominación de la cartera de Políticas Agrícolas.
El de Meloni, el gobierno número 68 en la historia republicana italiana, será además el primero desde 2008 en tener como primera ministra a una persona votada directamente en las urnas y no elegida en base a acuerdos parlamentarios.
La líder ultraderechista llega a la Presidencia del Consejo de Ministros de Italia tras una carrera de más de tres décadas, continuó como ministra de Juventud de uno de los Gobiernos de su hoy socio Berlusconi y coronó el mes pasado al ser la dirigente más votada del país, con el 26% para la fuerza que creó hace solo una década.
Durante la campaña, Meloni se definió como parte de una “derecha de Gobierno moderna y occidental”, con un discurso que mezcla el rechazo a la inmigración con el apoyo parcial a un sistema de subsidios para personas desempleadas mientras defiende que el Estado tenga la “acción de oro” en empresas estratégicas.
La creación del nuevo Gobierno se da en medio de los fuertes cruces de los últimos días entre Meloni y Berlusconi por la posición sobre la guerra en Ucrania, la conformación del Gabinete y fuertes críticas del cuatro veces premier al estilo de conducción de su aliada, al punto de considerarla “arrogante y prepotente”.
La designación de Tajani, ex presidente del Parlamento Europeo y considerado un defensor de la pertenencia a Europa y la OTAN es un gesto que entre otras cosas busca también balancear la cercanía de Berlusconi al presidente ruso Vladimir Putin.
Tras el juramento de hoy, Meloni y su Gabinete tienen un plazo máximo de diez días para presentarse en el Parlamento a buscar el “voto de confianza” de la mitad más uno de cada una de las dos Cámaras del país, en las que de todos modos cuenta con mayoría clara.
Desafíos económicos
Talentosa oradora, esta cristiana conservadora, hostil a los derechos LGTB+ y con el lema “Dios, patria, familia” ha prometido no tocar la ley que autoriza el aborto.
Su gobierno se tendrá que concentrar ante todo en los numerosos desafíos, especialmente económicos, que tiene por delante.
La inflación en el país peninsular aumentó en septiembre un 8,9% interanual y la economía puede entrar en recesión técnica el próximo año, igual que Alemania.
Pero los márgenes de maniobra de Roma están limitados por una enorme deuda del 150% del producto interior bruto, la proporción más alta de la zona euro después de Grecia.
La primera ministra, notoriamente euroescéptica, renunció a promover una salida de la zona euro, pero prometió defender con más fuerza los intereses italianos en Bruselas.
El crecimiento italiano dependerá también de los cerca de 200.000 millones de euros (unos 195.000 millones de dólares) de subvenciones y préstamos acordados por la UE en el marco de su fondo de reactivación pospandemia.