Gimnasia - Boca: la angustia y la bronca de los jugadores, en un torneo que queda con la definición abierta
En medios de caos, el temor se apoderó de los futbolistas
Y en medio de toda esa locura, el fútbol. Porque los jugadores también hablaron después de la suspensión del encuentro entre Gimnasia y Boca. “Mi mamá casi se desmaya, es una locura lo que pasó”, se quejaba Nicolás Contín. Los familiares de los jugadores estaban en la platea y sufrieron lo mismo que el resto del público presente en el Bosque. “¿Dónde está mi familia?, ¿Cómo están?”, los futbolistas buscaban respuestas que no llegaban en medio del caos.
Contín continuó con su relato: “Cuando vi que la gente empezó a salir de la platea, sentí el gas. Pensé en mi familia, estábamos esperando en el vestuario y empezó a entrar mucha gente. Me preocupó mucho. Eric Ramírez salió a buscar a mi vieja y la salvó, porque estaba a punto de desmayarse. Cuando entró le pregunté: ‘¿dónde está mi nene?’. Ellos volvieron a la tribuna, están bien”.
Con las puertas cerradas y los gases afectando a la multitud, la gente invadió como pudo la cancha. Pero, ¿cómo salir de la cancha? Los túneles que llevan a los vestuarios fueron la vía de escape. De repente, los camarines de los dos equipos se llenaron de gente. Todos buscaban un refugio.
El defensor Leonardo Morales, entre nervioso y enojado, también dio su testimonio. “No puede pasar esto, no puede ser -repetía como si no pudiera creerlo. Los dos nos jugábamos mucho. Por una mala organización pasó todo este quilombo. Locuras como estas no pueden suceder. Tengo a toda mi familia en el vestuario, no sabemos qué decir”. Y también mostró su desacuerdo al escuchar la posibilidad de que el partido se juegue mañana por la mañana, a puerta cerradas.
¿Cuándo se jugará el partido? Imposible saberlo por ahora. Reanudarlo en la mañana del viernes obligaría, también, a reprogramar los encuentros del próximo domingo. Ni Gimnasia (se enfrenta a las 15.30 con Banfield, como visitante), ni Boca (será local en la Bombonera ante Aldosivi, a las 18), aceptarán jugar con tan sólo un día de descanso.
En el caso del conjunto dirigido por Hugo Ibarra la situación es más compleja aún, porque además de las cuatro fechas que todavía no se disputaron, se suma el encuentro por una de las semifinales de la Copa Argentina, ante Patronato. Pero la situación es muy reciente como para proyectar la vuelta a las canchas.
Cerca de la medianoche, cuando finalmente los jugadores de Boca pudieron salir de la cancha, el entrenador de Boca comentó: “Lo que iba a ser una fiesta termina en esto. Nos duele a todos lo que pasó, lo lamentamos, es tremendo”.