En medio de nuevas protestas en Irán, un estudiante rompió una imagen de los líderes supremos y fue ovacionado
Fue en la Universidad de Sajjad, en el noreste del país. A 40 días de la muerte de Mahsa Amini mientras estaba bajo custodia policial en teherán, hubo masivos homenajes en todo el país
Las manifestaciones se intensificaron este martes al cumplirse 40 días de la muerte de la joven, ya que ello marca el fin del período de luto tradicional en Irán.
La imagen fue captada en la Universidad de Sajjad, en la provincia Jorasán Razaví, en el extremo noreste del país, muy alejada del epicentro de las manifestaciones, en el Kurdistán (noroeste), lo que refleja el amplio alcance de las protestas.
El joven salió por una ventana y, al calor de los aplausos y gritos, rompió parcialmente el afiche con los rostros de los ayatollah. El acto hubiese sido impensado semanas atrás, pero las protestas han exacerbado el rechazo contra el régimen con escenas inéditas de reclamos al régimen.
En el Kurdistán, donde vivía Amini antes de morir en Teherán a manos de la Policía de la Moral, manifestantes desafiaron las medidas de seguridad y se congregaron este miércoles en el cementerio para presentar sus respetos.
“¡Mujer, vida, libertad!”, “¡Muerte al dictador!” eran algunos de los lemas que coreaban cientos de mujeres y hombres reunidos en el cementerio Aichi de Saqqez, la ciudad de origen de Amini.
“Este año es el año de la sangre, Seyed Ali será derrocado”, gritaba un grupo en un video autentificado por la AFP, en referencia al líder supremo de Irán.
Las fuerzas de seguridad iraníes dispararon y lanzaron gas lacrimógeno contra manifestantes, informó el grupo de derechos humanos Hengaw. “Las fuerzas de seguridad dispararon gas lacrimógeno y abrieron fuego contra personas en la plaza Zindan, en la ciudad de Saqqez,” dijo en Twitter la ONG, grupo basado en Noruega que supervisa violaciones de derechos humanos en Kurdistán.
Amini, una joven kurda iraní de 22 años murió el 16 de septiembre tras haber sido detenida tres días antes por la policía de la moral cuando visitaba Teherán con su hermano, por supuestamente incumplir el estricto código de vestimenta de la República Islámica que impone a las mujeres el uso del velo. Su muerte ha desencadenado una ola de protestas en todo el país, lideradas por mujeres jóvenes que desafían a las autoridades quemando sus velos.
La represión de las protestas en todo Irán ha dejado al menos 141 muertos, entre ellos niños, según un balance actualizado de IHR.
También ha habido una campaña de arrestos masivos de manifestantes y sus simpatizantes, incluyendo profesores universitarios, periodistas y celebridades.
Según Amnistía Internacional, 23 niños han muerto en la represión de las protestas, 29 según IHR.