El PSG le dijo a Mbappé que contaba con 500 millones para prescindir de Neymar y Messi
Fue uno de los argumentos que le ofrecieron para que renovase. Kylian señaló sólo a Neymar como el crack que debía salir, pero el PSG no pudo traspasarlo. Cuando el brasileño activó una cláusula de renovación automática el 1 de julio Mbappé entendió que su club no iba a cumplir lo prometido y estalló.
CARLOS CARPIO, MarcaUna vez que el emir de Qatar dio la orden de que se activaran todos los recursos necesarios para conseguir que renovase, el club entró en una delirante espiral de ofrecimientos y presiones en la que participó hasta el mismísimo presidente de la República francesa, Macron. Personas cercanas al soberano qatarí le advirtieron de que darle tanto poder a un joven de 23 años supondría un error por muy buen futbolista que fuera, y le pusieron el caso de Messi y el Barcelona como ejemplo de los riesgos que implicaba para la estabilidad del club. Pero Tamim bin Hamad Al Thani no atendió a razones. En la renovación de Mbappé estaba en juego el orgullo de todo un país.
Así fue como en los primeros meses del año fueron desplegando ante Mbappé un catálogo de privilegios que le convertían de facto en la persona con mayor capacidad de decisión en materia deportiva dentro del club. Le trajeron a su confidente Luis Campos como director deportivo, le pidieron su visto bueno para el nuevo entrenador Galtier, le quitaron del vestuario a buena parte de los miembros del clan argentino... Y, sobre todo, le aseguraron que Neymar, su gran rival, no seguiría pese a que le habían renovado apenas un año antes. De hecho le aseguraron que disponían de 500 millones sólo para finiquitar los contratos de Neymar y Leo Messi en caso de que Mbappé insistiera en que debían salir. El francés no señaló a Messi como prescindible, pero sí a Neymar, del que considera que su poca profesionalidad es dañina para el equipo.
El PSG no fue capaz de echar a Neymar pese a que le ofreció durante el verano a los grandes de Europa, principalment de la Premier, pero su rendimiento y su salario (30 millones limpios) son disuasorios. Y no pudo cumplir su promesa de liquidarle el contrato porque vieron que supondría un escándalo monumental y una burla definitiva hacia el 'fair-play' financiero. Eso, unido al fichaje fallido de la primera recomendación de Mbappé en materia de refuerzos, Tchouaméni, que ya estaba comprometido con el Real Madrid, desató una situación que hoy, con Mbappé y Neymar en el mismo vestuario, parece irreconciliable. Por eso la estrella francesa tiene decidido salir para marcharse a un equipo donde sea la referencia indiscutible en vez de uno más en un trío de cracks donde su jerarquía se diluye.