El Nápoles sigue mandando

Los ‘azzurri’ derrotaron al Torino gracias a un doblete de Anguissa y a un tanto de Kvaratskhelia. La victoria los mantiene en la cima de la Serie A.

Mirko Calemme

As

El Nápoles de Spalletti encadenó su sexto triunfo consecutivo entre Serie A y Champions con un merecido 3-1 ante un Torino que, en cambio, apenas sumó tres puntos en las últimas cinco jornadas. El resultado deja a los sureños en la cima de la tabla del Calcio en solitario, a la espera de lo que haga el Atalanta con la Fiore. Solo la Dea puede alcanzarlos. El conjunto de Juric cometió el mismo error del Liverpool en Fuorigrotta: presionar demasiado arriba a los azzurri, dejando enormes espacios a espaldas de la zaga. Era la situación ideal para los de Spalletti, que durante los primeros 37 minutos lo pasaron genial en el verde.

Anguissa abrió la lata con un testarazo a pase de Mario Rui en el 5′, y en el 11′ completó su doblete con una larguísima carrera en la vacía mitad de campo rival, aprovechando un pase al hueco de Politano. El rendimiento del ex del Fulham está siendo impresionante: había marcado solo dos tantos en toda su carrera, y en esta temporada ya lleva tres. Después, se despertó Kvaratskhelia, que había comenzado el enfrentamiento en tono menor. El georgiano, con dos llegadas de las suyas, primero creó una muy buena oportunidad para Zielinski y, después, marcó el 3-0 con un zurdazo cruzado que golpeó el poste antes de inflar la red.

Los napolitanos, con esta ventaja, se relajaron demasiado y eso les pasó factura enseguida. En el 43′, tras una melé en el área, recortó distancias Sanabria, que justo antes del descanso rozó también el 3-2 con un cabezazo que terminó a pocos centímetros del poste. La inercia del partido cambió a favor de los granata, aunque, tras un buen arranque de reanudación, los turineses se apagaron juntos con la tarjeta roja al técnico Juric, que protestaba por una falta.

El Nápoles, entonces, acabó su tarde plácidamente, tocando el balón y acercándose al 4-1 con un buen remate desde lejos de Lozano, neutralizado por Milinkovic-Savic. El equipo de Spalletti está funcionando perfectamente también sin Osimhen, baja por una lesión muscular desde la mágica noche con el Liverpool. Y eso demuestra cuánto ha crecido.