El líder checheno Ramzan Kadyrov pidió a Putin que use armas nucleares en Ucrania como respuesta a la derrota de Lyman
El golpe propinado por las tropas ucranianas en el este del país, que logró recuperar una zona clave y humilló a Moscú, también desató la ira del checheno. Se eleva la tensión mundial
“Mi opinión personal es que hay que adoptar medidas más drásticas, desde la declaración de la ley marcial en la zona fronteriza al uso de armas nucleares de baja intensidad”, escribió Kadyrov en un mensaje publicado en su canal en Telegram.
Para el líder checheno, “no hay que tomar cada decisión con un ojo puesto en la comunidad occidental estadounidense”. “Ya se ha hecho y ha ido en nuestra contra. Ayer fue un desfile en Izium, hoy una bandera en Lyman y ¿qué será mañana?”, se quejó.
Kadyrov ha responsabilizado al coronel general Olexander Lapin de la reconquista este sábado de la ciudad de Lyman, en la región de Donetsk, por parte de las fuerzas ucranianas. Kadyrov ha indicado que Lapin ha enviado a combatientes de la República Popular de Lugansk y otras unidades “sin las comunicaciones, suministros y munición necesarios”.
Además le reprochó el haber trasladado su cuartel general a Starobilsk, a 100 kilómetros de la tropa. “¿Cómo puedes dirigir a tus unidades estando a 150 kilómetros? Hoy hemos perdido una gran cantidad de territorio por la falta de una logística militar elemental”, ha apuntado.
Kadyrov ha asegurado que hace ya dos semanas sabían que Lyman era un objetivo fácil, pero el jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Gerasimov, “confiaba en el talento y liderazgo de Lapin”. “Si dependiera de mí degradaría a Lapin a soldado raso, le retiraría sus medallas y le enviaría al frente con una ametralladora en la mano para limpiar su vergüenza con sangre”, sentenció.
Las Fuerzas Armadas ucranianas han informado este sábado de que han entrado en la ciudad de Lymn, donde había unos 5.000 militares rusos. Moscú ha confirmado la retirada de la ciudad “a unas líneas más ventajosas”.
El ejército ucraniano entró este sábado en Lyman, una ciudad estratégica en el este del país, en la región de Donetsk, anexionada la víspera por Moscú pese a las condenas de Kiev y los países occidentales.
“Las fuerzas de asalto aéreo ucranianas entran en Limán, en la región de Donetsk”, dijo el ministerio de Defensa ucraniano en Twitter.
En un video de un minuto que acompaña el mensaje, se ve a dos soldados ucranianos agitar y luego colocar la bandera nacional celeste y amarillo al lado de la inscripción “Limán”, en la entrada de la ciudad.
“Desplegamos nuestra bandera nacional y la colocamos en nuestro territorio. Limán siempre formará parte de Ucrania”, afirma sonriente uno de los dos militares.
La toma de esta ciudad supone una victoria clave para Kiev, ya que se trata de un importante nudo ferroviario en la anexionada región de Donetsk.
Las armas de baja intensidad que pide Kadyrov son conocidas como “armas nucleares tácticas”. Se trata de armas atómicas pequeñas con un poder explosivo que va desde 0,3 hasta 100 kilotones, comparadas con los 1,2 megatones de la mayor cabeza nuclear estratégica estadounidense o con la bomba de 58 megatones probada por Rusia en 1961.
Las bombas tácticas están diseñadas para tener un impacto limitado en el campo de batalla, mientras que las armas estratégicas están diseñadas para pelear y ganar guerras sin cuartel. Sin embargo los términos “pequeñas” y “limitadas” son relativos. La bomba atómica que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima en 1945, con un efecto devastador, tenía un poder de 15 kilotones.