El fracaso de la Juve es realidad

El Benfica celebró el pase a octavos batiendo 4-3 a los bianconeri, que caen en la fase de grupos de Champions por primera vez en nueve años. Un desastre.

Mirko Calemme
As
No hubo milagro, ni estuvo cerca. La maldición de la Juve en la Champions sigue y logra empeorar las eliminaciones de las últimas temporadas, algo que no era sencillo. Los italianos perdieron en el campo de un gran Benfica (que sigue invicto y celebró un merecidísimo pase a octavos) cayendo en la fase de grupos por primera vez en los últimos nueve años.

Allegri había decidido sorprender, saliendo de inicio con Kean en lugar de Milik (decisión técnica) y con Gatti en lugar de un Alex Sandro con molestias. Los bianconeri necesitaban ganar a toda costa, pero en la primera parte no se notó. Los portugueses dominaron el encuentro hasta el descanso y se adelantaron tras 17 minutos, cuando Antonio Silva cabeceó a la red un centro de Enzo Fernández.

Kean, en un córner, puso las tablas poco después, pero el 1-1 aguantó poco tiempo en el marcador. En el 27′ Joao Mario materializó un penalti pitado por una mano de Cuadrado y Rafa Silva alargó la ventaja en el 36′ con un precioso taconazo a pase justo del exinterista.

El portugués coronó su excepcional actuación en el comienzo de la segunda parte, cuando, tras un mal pase de Bonucci, aprovechó un pase al hueco de Grimaldo y superó a Szczesny con una delicada vaselina.

Quedaban 40 minutos y la Juventus parecía sin ninguna esperanza, luchando solo para evitar la manita, que tuvo muy cerca (dos veces) Gonçalo Ramos.

Desde el banquillo, no obstante, aparecieron Soulé e Iling-Junior, ambos de 19 años. Su presencia en el verde cambió el tramo final del partido, sobre todo gracias a las llegadas desde la izquierda del inglés, sin ningún miedo escénico en el día de su estreno en la Champions. El extremo propició con dos centros suyos los goles de Milik y de McKennie, que aprovechó un rechace de Vlaochodimos. A partir de allí pudo pasar de todo: Rafa Silva rozó la sentencia con un remate al poste y Soulé el increíble empate chutando fuera el enésimo centro de Iling. El marcador, sin embargo, no volvió a moverse: el Benfica celebró la clasificación mientras la Juve se despedía de mala manera, una vez más, de su obsesión con la Copa de Europa. La buena imagen que dieron los jóvenes solo es un pequeño consuelo. Tres puntos en cinco jornadas son un desastre imborrable.

Entradas populares