El cabreo de Xavi
Xavi se marchó muy enfadado del Camp Nou, con la sensación de que algunos jugadores no habían estado a la altura. Ha cancelado el día de fiesta que tenía la plantilla.
De hecho, el entorno más cercano de Xavi transmitía un sentimiento de frustración absoluto porque ahora la sensación es que el equipo sí que tenía argumentos para seguir vivo en la Champions, pero había sido incapaz de plasmarlos en el campo.
Según ha podido saber AS, el técnico no dio ninguna arenga al vestuario ni tampoco abroncó a nadie, pero sí que empezó a sacar las primeras conclusiones. Una de ellas es la confirmación de que a Gerard Piqué no le alcanza para los partidos de máxima exigencia: ante el Inter se confirmaron los peores presagios, quedando retratado en dos de los tres goles encajados. Está claro que Xavi recurrió al capitán por la situación excepcional que atraviesa el vestuario -con Araújo, Koundé y Christensen, lesionados-, pero el veterano central no ha acabado de cumplir con las expectativas depositadas en él. En la zona noble también se tomó buena nota, dando ya prácticamente por hecho que será el último año de Gerard en la entidad catalana.
En todo caso, el enfado de Xavi fue ‘in crescendo’ a medida que iba avanzando la noche. Se marchó en su vehículo renegando de forma ostensible, consciente que la Champions era prácticamente una utopía. Cuando llegó a casa, seguía dándole vueltas al partido y se puso a ver el video del encuentro para confirmar sus sensaciones: la primera parte se había hecho un gran trabajo, pero un error imperdonable defensivo al principio de la segunda parte, echó por tierra todo el andamiaje. Tardó en dormirse hasta altas horas de la madrugada, respondiendo a centenares mensajes que le animaban a seguir luchando y no bajar los brazos. A todos contestaba con el mismo mantra: “Ha sido una gran putada. Esta Champions está siendo muy cruel para nosotros. Ahora sólo nos toca seguir”.
Xavi es consciente que la eliminación de la Champions debilita su proyecto, sobre todo a ojos de una afición que se había ilusionado como nunca en esta nueva aventura. El principal reto de Xavi ahora es rearmar mental y físicamente a un equipo ‘tocado’, hacerles creer que aún no hay nada perdido, ni tan siquiera la Champions, y sobre todo abrirles los ojos de cara al Clásico, que está a la vuelta de la esquina, para recalcarles que no pueden volver a fallar a la afición, y menos ahora tras el ‘bajón’ que han vivido en la máxima competición europea.
Y hoy, ‘castigo’
El técnico del Barcelona ha empezado a mover ficha tras el decepcionante resultado ante el Inter, que pone al equipo al borde de la eliminación en la Champions. El técnico ha decidido eliminar la jornada de fiesta que estaba prevista para este viernes y ha convocado una sesión de entrenamiento matinal. No hay duda de que el empate del miércoles ha condicionado esta decisión, que deja al equipo sin un día de fiesta esta semana.
Ahora el siguiente paso será ver quién paga los platos rotos del fracaso en Europa. Todo apunta que será Gerard Piqué el gran damnificado. Su rendimiento en el partido ante el Inter fue tan errático como decepcionante, siendo el gran señalado en dos de los tres goles. Tanto es así, que ahora mismo, su presencia en el once titular ante el Real Madrid está prácticamente descartada. Piqué será la primera víctima, pero seguramente no la última.
