Dortmund y City firman las tablas
El empate final en un partido lleno de ocasiones clasifica al conjunto inglés como primero de grupo y al alemán como segundo.
A los dos les valía el empate para llegar con los deberes hechos a la última jornada. En ella, el Sevilla viajará a Manchester para despedirse de la Liga de Campeones después de que los celestes sumaran el martes un punto en su visita a Westfalia. Empezó bien. Dominando. Controlando el partido y moviendo a la defensa del Dortmund de lado a lado. Haciendo circular el esférico con pocos toques. Las ocasiones más claras, sin embargo, fueron para el Borussia. Cómodos con tratar de mantener el botín inicial, y perspicaces a la hora de aprovechar errores ajenos. Youssoufa Moukoko debió abrir el marcador en el minuto 36. Karim Adeyemi había llegado a línea de fondo y servido el gol en bandeja al delantero de 17 años. Pero éste erró.
Cuatro veces dispararon a puerta los alemanes. Ninguna los ingleses, pese a gozar de la posesión del balón durante el 66% del primer tiempo. Tras el descanso, Pep Guardiola trató de cambiar la dinámica. Fuera Haaland. Todas las miradas estaban puestas en el delantero noruego, que regresaba al que fue su estadio. No logró mantener su racha anotadora. Cinco veces marcó en los tres encuentros anteriores. Pero en Dortmund se topó con el muro amarillo.
Apretó mínimamente el acelerador el City. Casi con vergüenza, frente a un equipo tan joven como difícil de batir. A los diez minutos de la reanudación, a los mancunianos se les presentó la oportunidad de abrir el marcador. Phil Foden ofreció una pelota atrás a Ilkay Gündogan, cuando el ex del Borussia ingresaba en el área. No acertó a rematar, pero Riyad Mahrez se quedó con el esférico. En un torpe intento de frenar el avance del argelino, Emre Can lo derribó. Haaland había disparado los dos penales que han señalado a los celestes esta temporada. Marcando los dos y cerrando el debate sobre quién debe ser el encargado de lanzarlos. Sin él sobre el césped Mahrez asumió la responsabilidad. Su disparo desde los once metros lo sacó Gregor Kobel.
Le entró el miedo entonces al Borussia Dortmund, a quien se le terminaba la comodidad. Un gol del City dejaba la puerta abierta por la que el Sevilla podría colarse en la última jornada y acceder a los octavos de final. Y vuelta a empezar. Los celestes gozaron nuevamente de la posesión, un total del 70% del tiempo, pero sin incomodar a su rival. Firmaron las tablas y se repartieron los billetes a los octavos de final de la Liga de Campeones.
