De cervezas por Plzen
El Barça, eliminado de esta edición de la Champions, se despide con un trámite. Puede ser una de las últimas veces de Piqué con el brazalete de capitán del equipo azulgrana.
Con casi todo el pescado vendido, si acaso el puñado de euros que se ventila en el partido, Xavi prefirió con buen criterio dejarse en Barcelona a Lewandowski, con problemas en la espalda, para que descanse. Tampoco viajó otro veterano, Busquets, pero este por sanción. De las vacas sagradas sí han ido Piqué, único central puro sano de la plantilla, y Alba. De Piqué se ha hablado mucho sobre su falta de preparación antes de salir al campo en Mestalla, pero lo cierto es que se han conocido casos de veteranos menos ilustres que se han borrado con más facilidad de bolos como el de hoy. Piqué llevará el brazalete de capitán una vez más y hay que estar atento porque puede que no queden muchas.
Con él, Xavi se ha llevado a cuatro jugadores del Barça Atlètic (Casadó, Alex Valle, Ilias y Álvaro Sanz), más Pablo Torre, que está en un limbo porque se entrena con el primer equipo y tiene dorsal del filial, pero no juega con ninguno. Hoy seguro que tendrá minutos. A pesar del carro de bajas que tiene el Barça (sin Araújo, Christensen, Eric, Koundé, Sergi Roberto o Memphis, lesionados, más esa sanción de Busquets), Xavi alineará un equipo relativamente competitivo para evitar avergonzar más a la afición en competición internacional. Para el Viktoria de Bilek, el partido no puede ser sino una fiesta. Plzen ya sabía cuál era su futuro en esta Champions cuando su bola cayó en el diabólico grupo C. Lo ha disfrutado hasta donde ha podido. El Barça, sin embargo, ha vuelto a sufrir una tortura que termina hoy y da con sus huesos en la Europa League.