Choupo hace de Lewy para dar alas al Bayern

El alemán logró un doblete y una asistencia para que los muniqueses vencieran al Augsburgo.

José Carlos Menzel

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Augsburgo fue y será territorio apache para el Bayern de Múnich. Después de caer derrotado por 1-0 hace apenas unas semanas en Bundesliga, al hexacampeón de Europa le tocaba afrontar otro derbi en la localidad situada a tan solo 60 kilómetros de Múnich, esta vez en una eliminatoria a partido único que tenía como premio el pase a los octavos de final de la Pokal. Le tocó sufrir una vez más de lo lindo al Bayern. Sin embargo, esta vez sí logró tomar el feudo suabo y remontó al Augsburgo el tanto inicial de Pedersen para terminar imponiéndose por 2-5, sobre todo gracias a un imperial Choupo-Moting que firmó un doblete y una asistencia al más puro estilo Lewandowski.

Le tiene cogida la medida el Augsburgo al Bayern de Múnich y así lo puso a prueba durante el primer cuarto de hora de partido. Saltaron los de Maassen como un vendaval al césped del WWK Arena y, en apenas 9 minutos, lograron ponerse por delante gracias a un zurdazo de Pedersen. Poco a poco, los de Nagelsmann se metieron en el partido, fueron creando ocasiones y, finalmente, pusieron las tablas por medio de un disparo medido de Choupo-Moting que pilló al meta Koubek a contrapié. Fueron a más los muniqueses, pero resistieron los locales hasta pasar por vestuarios, en concreto debido a la falta de puntería de un Mané que sigue en busca de su mejor versión en el Bayern.

El descanso sentó mejor al conjunto visitante, que siguió asediando el marco protegido por Koubek y, tras dos ocasiones clasísimas que no supo materializar Gnabry, logró ponerse por delante gracias a un disparo ajustado de Kimmich desde la frontal. La asistencia la dio el estelar Choupo-Moting, ese nueve puro que tanto ansiaba el Bayern desde la marcha de Lewandowski y que, acto seguido, se aprovechó de un desbarajuste en la zaga del Augsburgo para firmar el doblete. Un tanto en propia de Upamecano dio algo de suspense al tramo final, pero el Bayern supo gestionar la ventaja y cerró la manita con una rosca de un Musiala que clama por el Golden Boy y un remate a bocajarro de Davies.