Boca campeón. Las manos de Agustín Rossi, el firme cimiento sobre el que se posó la consagración xeneize
El aquero fue fundamental para sostener al equipo con atajadas clave; es el mejor del mundo en lo referido a atajar penales; su continuidad después de junio de 2023 es una incógnita
Así como los goles de Luca Langoni se convirtieron en fundamentales para las ilusiones que llevaron a Boca a dar una nueva vuelta olímpica, nada hubiera sido posible sin las atajadas de Rossi. Que dijo presente cada vez que los rivales lo exigieron, y atajó todo lo que pudo, e incluso varias pelotas imposibles.
“Soy humano, no soy un robot”, dijo tras la derrota ante Newell’s en Rosario, donde algunos le criticaron que el 1 a 0 parcial haya sido un remate al primer palo.
Sin embargo, ante Independiente sólo le faltó la capa para vestirse de superhéroe. Porque el hombre de verde tuvo intervenciones cruciales para sostener el triunfo parcial xeneize por 2 a 1, con dos dobles tapadas superlativas que incluso si se repiten las acciones, quizás la pelota entre.
“Yo estoy para responder. Tuve la suerte de ayudar al equipo para poder festejar otra vez. Estoy muy contento. Pero no solo por el torneo logrado y por aparecer en la lista, sino por el nacimiento de mi hijo, que es algo muy emocionante. El acompañamiento de mi mujer e hijo y toda mi familia fueron fundamentales. No la pasé bien a mitad de año con todo lo que se dijo, y este título es para ellos”, declaró Rossi, con la sobriedad de siempre, ante las cámaras de ESPN.
Luego, fue más allá, en relación a una supuesta reunión con el Consejo. “Yo ya dije que hay cosas de mi futuro que no dependen de mi. Hay un montón de cosas que deberé evaluar. Pero vestir esta camiseta, lograr mi sexto titulo con esta camiseta, disfrutar de esta gente, es algo emocionante”. “Rossi es de Boca, de Boca no se va”, coreó toda la Bombonera.
En sus guantes reposa una parte más que importante del título azul y oro. Su figura fue creciendo semana a semana, con actuaciones descollantes.
En la tarde de la definición, contra Independiente, no pudo lucirse con su especialidad, los penales. Leandro Fernández lo vulneró. Sin embargo, en varios momentos apareció en toda su dimensión para darle firmeza desde el arco a un equipo que parecía desbordado. Como esa notable doble tapada ante Juan Cazares.
Ante Vélez, por caso, el arquero xeneize fue fundamental para mantener el cero en su valla. Con sobriedad, pero también con sentido de la ubicación y con la lucidez suficiente como para meter rápidos contragolpes.
Aun con un rearmado constante de su última línea por lesiones y citaciones a diversos seleccionados, Rossi siguió luciéndose. A tal punto que llegó a los 500 minutos sin recibir goles en el torneo.
Después de aquel que el 4 de septiembre le marcó de penal Luis Pulga Rodríguez para establecer el 1 a 1 parcial entre Colón y el Xeneize, se encadenaron cuatro 1 a 0 (River, Lanús, Godoy Cruz y Vélez) y un 0 a 0 con Huracán. La marca la detuvo el 9 de octubre Nicolás Valentini, que marcó de cabeza el 1 a 1 parcial para Aldosivi.
Nada interfirió en la figura de Rossi. Ni los lógicos bajones anímicos en los que cayó el equipo cuando algunos resultados no se dieron. Ni la dura eliminación copera ante Corinthians (él atajó dos remates en esa definición), ni las lesiones, citaciones a seleccionados o incluso eyecciones inesperadas, como fue la de Carlos Izquierdoz.
Su profesionalismo quedó evidenciado en un contexto para nada recomendable: el conflicto generado con el Consejo de Fútbol durante las negociaciones para renovar su contrato. En medio de declaraciones inadecuadas de su representante e incluso de la contratación de Sergio Romero, el arquero solo se enfocó en hacer su trabajo dentro del campo de juego de la mejor manera y mantener su frecuente perfil bajo ante las cámaras.
“Yo quiero quedarme en Boca. Y estoy para sumar desde donde me toque”, dijo después del 0 a 0 ante Central, cuando comenzaba a sonar la posibilidad de dejase de ser titular. Fue una declaración que cayó muy bien dentro del Consejo.
Precisamente las grandes actuaciones suyas, la cantidad de puntos que le permitió ganar al equipo y esa actitud alejada de la polémica fue lo que reabrió unas negociaciones que parecían cerradas. Porque, además, en el medio se lesionó Chiquito Romero y los planes iniciales del Consejo debieron reacomodarse.
Mientras sigue habiendo un enorme signo de interrogación en relación a si seguirá siendo o no el arquero de Boca después de junio de 2023, Rossi cierra su temporada con la satisfacción de haber superado las expectactivas y erigiéndose como uno de los grandes arqueros del fútbol argentino, con proyección de futuros planteles mundialistas e incluso en el fútbol europeo.
En 2022, después de años de pelearla y de generar murmullos entre los hinchas que por momentos no fueron justos, Rossi se convirtió en uno de los únicos indiscutidos de este equipo xeneize. Y si alguien merecía más que otros levantar el trofeo de campeón de la Liga Profesional, ese es Agustín.
El mejor del mundo
Una marca destaca como nunca antes a Rossi. Este año se convirtió en el mejor atajador de penales del mundo y las estadísticas lo avalan. El último que lo sufrió su colega de Rosario Central Gaspar Servio a quien le negó el 1 a 0 en el primer tiempo.
Con esa contención, se convirtió en el guardavallas que más penales atajó en las últimas seis temporadas teniendo en cuenta los realizados durante un partido y no en definiciones. La marca se suma a la que ya tenía de mayor efectividad desde enero de 2018 en adelante.
Según los datos de SofaScore, Rossi, de 27 años, llegó a 18 remates impedidos en las últimas seis temporadas y superó a Kasper Schmeichel, el guardametas danés de Niza de Francia. En ese lapso jugó, además de en el xeneize, en Antofagasta de Chile y Lanús.
Desde que viste la camiseta azul y oro le patearon 54 penales (con tandas incluidas). Atajó 16 (el 29,69%), le hicieron 32 y seis se fueron desviados.
Sus números en penales durante los 90 minutos son aún más sorprendentes. Le patearon 13 y atajó más (siete) de los que recibió (cinco), lo que arroja un porcentaje de 53,8% de remates detenidos. Uno solo fue desviado, el de Adam Bareiro en la derrota vs. San Lorenzo por la Liga Profesional 2022.
Datos de Opta revelan que Rossi ingresó en un selecto grupo de cuatro arqueros en el mundo que, partiendo desde enero de 2018, atajaron nueve penales o más que le ejecutaron durante un partido, sin tener en cuenta los desviados. Entre ellos, el argentino es el de mayor efectividad.
La lista está liderada por el arquero de Boca (9 penales detenidos sobre 18 pateados, lo que deja un promedio de eficacia del 50%). Lo siguein Manuel Riemann (Bochum de Alemania) - 12 de 32 (37,5%)-, Koen Casteels (Wolfsburgo de Alemania) - 10 de 30 (33,3%) y Camilo Vargas (Atlas de México) - 10 de 33 (30,3%).