Atlético Tucumán bajó la intensidad, pero todavía sueña con el campeonato
Un agónico gol del juvenil Kevin Isa Luna marcó el empate 1-1 con Unión; la ilusión del Decano, que comprometió la clasificación a las copas internacionales, dependerá de la suerte de los partidos de Boca y de Racing
El regreso de Tesuri y la vuelta de tuerca que siempre ensaya en ofensiva –Coronel reemplazó a Menéndez–, las innovaciones que impuso el entrenador Pusineri, por quien los dirigentes del Decano iniciaron conversaciones para extender el vínculo, por 18 meses. La búsqueda de alternativas para atacar y refrescar la formación, porque el torneo impone un sprint final de agenda agitada, no le ofreció respuestas a los tucumanos. Garay trepando por la banda derecha, como en el juego con Rosario Central, diseñó la primera jugada de riesgo: el desborde y el pase para Lotti, que se llevó por delante la pelota y no logró perfilarse para definir, generó una expectativa que se apagó con rapidez. Porque transcurrió casi media hora para que Atlético Tucumán volviera a encender al público, que desafío a la lluvia.
Un remate de media distancia del capitán Acosta y que encontró una respuesta endeble del arquero Mele –entregó un rebote largo–, lo capitalizó Coronel para convertir, aunque el atacante estaba en posición adelantada, sancionada por el asistente Gabriel Chade. El despertar de Atlético Tucumán, sin embargo, descubrió una triple respuesta de Unión: pifió Orihuela y Machuca remató para que se luciera Lampe; Nardoni recogió un rechazo y desde fuera del área estrelló la pelota en el travesaño y antes del final del primer tiempo el arquero rechazó un tiro libre de Esquivel que llevaba destino de red.
La necesidad de que Carrera y Pereyra fueran los regentes del ritmo del juego fue una misión que Atlético Tucumán no logró desarrollar. Las apariciones fueron esporádicas, inconexas. El Bebe Acosta fue el que mejor interpretó la exigencia, como si al resto le pesara la tensión por ganar y así llegar a la jornada final con pretensiones de campeonato. Unión, que desanda un tour por el país –partió el jueves pasado rumbo a la Ciudad de Buenos Aires para medirse con Defensa y Justicia, en Florencio Varela; anteayer llegó a Tucumán y hoy partirá hacia Córdoba para jugar el encuentro postergado con Talleres. Recién después de una semana y tres encuentros retornará a la ciudad para preparar la despedida con Central Córdoba–, maniató al Decano, pero ese control y esa posesión careció de presencia ofensiva, donde Marabel tuvo movilidad, aunque sus compañeros lo habilitaron poco.
Aquellos avisos de Unión se confirmaron en el inicio del segundo tiempo: de una falta de Capasso sobre Vera, la acción de pelota detenida que rompió el marcador. Cañete ejecutó y los zagueros centrales resolvieron la escena: Agüero la bajó de cabeza y Corvalán, también de cabeza, convirtió ante un débil Lampe. Isnaldo y Menéndez, los cambios que apuró Pusineri para reescribir una historia que, tiene un desenlace incierto después del agónico gol del juvenil Kevin Isa Luna. Antes, Lampe con sus atajadas sostuvo en pie a un conjunto que hizo de la entrega una bandera, aunque la necesidad lo expuso y el rival no capitalizó los espacios que se abrieron hacia el arco tucumano.
El empate le posibilita a Atlético Tucumán terminar como el único equipo sin derrotas en su estadio, pero esa fortaleza también lo empujó a esquivar el descenso y soñar....