Al Getafe y al Athletic les va la marcha

Cuatro goles, 11 tarjetas amarillas y una roja (al segundo de Quique). Partidazo de los hermanos Williams y de Aleñá. Munir puso el 2-2 en el 76′.

Javier Hernandez
As
Fue un partidazo, se mire con la lupa con la que se mire, ya sea azulona o rojiblanca. Un empate que amansa a las fieras. A los demonios que perseguían al Getafe y a los duendes que mantienen al Athletic. Porque los dos pudieron ganar como los dos pudieron perder.

Ni dos minutos le duró de pie el Getafe al Athletic. Días atrás, el Real Madrid le marcó en el minuto 3, por lo que se puede dictaminar que el enfermo sigue empeorando. Ni defensa de cinco ni de cincuenta. Cuando se juega con defensa de cinco los centrales tienden a no hacer marcas individuales porque es difícil aparecer desmarcado, y lo es, pero no si el delantero es Iñaki Williams, escurridizo en el área como una anguila en el agua, y más si tiene como cómplice a un futbolista de guante en pie como Ander Herrera. ¡Qué lujo de asistencia! ¡Qué picadita tan sutil! Iñaki se acomodó el balón con la derecha y con la izquierda lo coló entre las piernas de Soria. 0-1. Sólo había transcurrido un minuto y unos pocos segundos.

El Getafe tuvo una primera reacción a través de la pizarra de Quique. Una falta ensayada dejó a Mayoral solo dentro del área, pero no está todavía fino el delantero de Parla. Volvió a tener una ocasión en el 32′. Tampoco. La buena noticia para él es que las malas rachas también se acaban. Mientras tanto, su trabajo es impecable.

La peligrosidad de los hermanos Williams está en la intranquilidad que producen en el rival, incapaces de frenarles si no es con faltas. Entre Iñaki y Nico cargaron de amarillas a tres de los cinco defensas del Getafe, Iglesias, Damián y Duarte, antes de la media hora de partido.

Hace años que la principal baza del Getafe en la creación es el pase en largo y aprovechar la segunda jugada. Así llegó el empate. Desplazamiento de Djené buscando a Ünal dentro del área, el balón golpea en el turco y el rechace lo empalma Aleñá de primeras con su zurda batiendo a Unai Simón.

El detalle de calidad del partido, sin duda, lo puso Ünal en el 50′. Paró el balón el pecho y, al caer, realizó una tijereta de perfecta ejecución que obligó a Unai a despejar a córner. El Getafe, jugando cada vez más en campo rival, se gustaba y gustaba a sus aficionados.

A la hora de partido, Nico Williams puso de manifiesto el peligro de poner a un diestro de lateral izquierdo para marcar a una gacela como el pequeño de los Williams. Nico jugó con Iglesias, recorte por la derecha, baile hacia la izquierda, amago por aquí, me voy por allá, centro y gol. Esta vez el que metió la pierna para rematar fue Raúl García. La gloria, toda, fue para Nico.

La importancia de los cambios se vio manifiesta en el Getafe. Qué bien le sentaron al equipo los cambios que acaba de hacer Quique Flores, pues nada más entrar en el campo Munir hizo el 2-2.

No fue todo, pues las idas y venidas de ambos equipso mantuvieron viva la emoción hasta el pitido final.

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