A pesar de los desacuerdos al interior del partido y de su caída en las encuestas, Truss se mantiene firme con su plan económico
La Primera Ministra británica defiende su paquete de medidas incluso ante la gran disconformidad que presentó el arco político y los fluctuantes mercados
La ministra del Interior, Suella Braverman, acusó a varios parlamentarios -entre ellos, el ex ministro Michael Gove- de orquestar “un golpe” contra la Primera Ministra, lo que la habría llevado este lunes a eliminar una parte clave de su estrategia: la reducción del 45% al 40% de la banda alta del impuesto sobre la renta.
Por su parte, la ministra de Comercio Internacional, Kemi Badenoch, fue otra de las aliadas de la líder conservadora ya que reprochó a los diputados díscolos haber “lanzado granadas” al Ejecutivo en pleno congreso de la formación. Entre los acusados está Penny Mordaunt, líder de la Cámara de los Comunes -representante del Gobierno en la institución-.
Sin embargo, Badenoch acusó luego a Braverman de hacer comentarios “incendiarios” que, potencialmente, avivan las divisiones al interior del partido.
Truss tiene previsto cerrar la cita anual de los “tories” este miércoles en Birmingham con un discurso en el que volvería a defender su plan de crecimiento a pesar de la creciente oposición.
La más reciente causa del malestar en torno a su plan fiscal surgió al conocerse que la mandataria estudia revocar la promesa electoral de subir los subsidios sociales en línea con la inflación -cercana al 10 por ciento-. En cambio, analiza basarse en el incremento medio de los salarios, un porcentaje más bajo.
La Primera Ministra dijo ante la BBC que “está comprometida a apoyar a los más vulnerables”; no obstante, remarcó que es importante mantener la “responsabilidad fiscal”, sin descartar el recorte en términos reales de los ingresos a los pobres.
Por su parte, muchos diputados conservadores -que tendrán que defender sus escaños en las elecciones próximas- ya han advertido que no votarán a favor de la medida de rentas bajas mientras que, en paralelo, se den una serie de incentivos fiscales para empresas y el sector financiero.
“Vamos a tener que tomar decisiones sobre cómo reducir la deuda neta en relación al producto interior bruto (PIB) a medio plazo”, afirmó Truss en la entrevista. “Tenemos que ver estos asuntos en conjunto, hemos de ser fiscalmente responsables”, agregó.
El plan fiscal fue presentado el 23 de septiembre y, desde entonces, ha causado gran caos en los mercados financieros debido a la falta de previsiones de crecimiento y de una hoja de ruta clara sobre cómo reducir la deuda.
En consecuencia, este lunes el ministro de Economía Kwasi Kwarteng indicó que considera adelantar al mes en curso la presentación de su plan completo -cuya fecha está pactada para el 23 de noviembre-.
A menos de un mes de estar en el gobierno y con la intención de calmar a los inversores, Truss aseguró en un artículo de The Daily Telegraph que, a pesar de que tiene un plan claro para el Reino Unido, está “dispuesta a escuchar”.
“Hemos de alejarnos de la política de distribución (de la riqueza) y trabajar juntos para construir una economía de alto crecimiento y bajos impuestos”, para ampliar el tamaño del pastel, dijo e insistió: “Quiero convencer al público. Quiero ganarme sus corazones y mentes, porque realmente creo que mi plan es el adecuado para el país”.